China no es un mercado fácil. Cualquier empresa extranjera que quiere hacerse un hueco allí sabe que debe cumplir múltiples aspectos burocráticos, pero también adaptarse a su cultura. Esto último es casi más importante que lo primero, si se desea un próspero futuro para los negocios en el país. A Dolce & Gabbana, en menos de una semana, se le ha puesto muy oscuro el futuro en China.
La firma italiana llevaba meses trabajando en uno de esos eventos que suponen un antes y un después en cualquier corporación. Un fastuoso desfile en Shanghái para el que los diseñadores y todos en el grupo se habían volcado. Su cuenta de Instagram aún mantiene activos los numerosos vídeos y fotos alusivas al evento. Preparativos y guiños comerciales medidos al dedillo que implicaban muchas horas de trabajo…
Pero el pasado martes todo se precipitó. En la cuenta oficial de Instagram de Dolce & Gabbana apareció un vídeo en el que se veía a una mujer china intentando comer con dificultad comida italiana con palillos. El asunto corrió como la pólvora por la red en China y la marca tuvo que tomar urgentemente cartas en el asunto, aunque el mal ya estaba hecho…
La firma italiana comunicó rápidamente que su cuenta había sido atacada por piratas informáticos y que no tenía nada que ver con el contenido vídeo, que fue retirado en un asunto que aún está bajo investigación. Pero la tormenta, lejos de amainar, se convirtió en vendaval cuando salieron a la luz presuntos mensajes privados de Stefano Gabbana en los que se hablaba con desprecio sobre el país asiático: «un país de mierda», «ignorante» y que «apesta a mafia»…
Ese mismo martes, numerosas modelos chinas comunicaron a la firma que no pensaban acudir al desfile en medio de una situación muy turbia y críticas de todo tipo hacia la casa italiana y sus creativos. Dolce & Gabbana canceló el desfile y mantiene en su cuenta de Instagram mensajes de disculpas para el pueblo chino. Una situación muy complicada de gestionar porque a pesar de las excusas, hasta el propio Ministerio de Asuntos Exteriores de China se ha pronunciado a través de su portavoz Geng Shuang, que no ha ocultado su preocupación: «No es un asunto diplomático… pero China no desearía que escalara a eso».
Veremos cómo Dolce & Gabbana reconduce la situación en China y suma apoyos a su causa en la región, porque de su barco no paran de saltar componentes… y para navegantes, un aviso: «La premisa de la cooperación se basa en el intercambio, en igualdad de condiciones y en respeto mutuo, así como en el respeto por la cultura y la historia de cada uno. No se debe atacar a la patria de una persona, porque la patria está por encima de todo. Aquí anunciamos la rescisión del contrato con Dolce & Gabbana», publicó el cantante y actor Wang Junkai, ya exembajador de la marca.
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