Todos los análisis del sector muestran una tendencia bien diferenciada de antes y después de la aparición del virus. Por ejemplo, un estudio de Boston Consulting Group presentó unas estimaciones preCovid-19 para el mercado del lujo que marcaban una trayectoria positiva con un crecimiento estimado por encima del del 3 % para el período 2020-2022, con el sector del lujo de experiencia con una estimación de crecimiento cercana al 6 %.
La pandemia ha echado por tierra estas estimaciones y ahora mismo los pronósticos más optimistas presentan una caída de entre el 35 y el 45% para el mercado mundial del lujo. En particular, se espera que las ventas de bienes personales de lujo disminuyan en torno al 30 % mientras que el pronóstico para el lujo de experiencias es aún más negativo, con una caída estimada de entre el 40 y el 60 % en 2020.
Estamos hablando de una situación que contempla el mejor de los escenarios, bajo el supuesto de que se encuentre rápidamente una vacuna y que las ramificaciones económicas de la pandemia no sean demasiado graves. Algo que implicaría que los consumidores, en Occidente, reanudaran las compras. En la manera que está sucediendo ya, por ejemplo, en China, primer país que fue afectado por la pandemia y uno de los primeros en superarla.
Para abalizar el fenómeno vamos a poner como ejemplo a uno de los principales aeropuertos mundiales, el Gatwick de Londres. Allí los ingresos minoristas netos totales cayeron un 60,5 % a 40 millones de euros en los seis meses que finalizaron el 30 de junio en términos interanuales, ya que la crisis del coronavirus afectó mucho las operaciones.
Los ingresos de las tiendas libres de impuestos y aranceles sufrieron una pérdida del 65 % durante el período hasta un total de 10,7 millones de euros, mientras que las ventas de tiendas especializadas cayeron un 60 % a 8,3 millones libras. Siete millones y medio de pasajeros viajaron por el aeropuerto durante el período, una caída del 66 % en comparación con el mismo período del año anterior.
Todas las categorías comerciales han sufrido el impacto extremo de Covid-19 debido a la reducción del número de pasajeros que viajan y las diversas restricciones gubernamentales –como la obligatoriedad de permanecer en cuarentena un vez que se aterriza en el Reino Unido- que se han implementado para controlar la propagación del virus.
Los dirigentes de Gatwick confiaban en una buena actividad para los meses de julio y agosto. Trabajaron codo con codo con los minoristas para reabrir gran parte de los establecimientos del aeropuerto. Y trataron de garantizar que se implementasen las medidas y procesos adecuados para salvaguardar la seguridad de los pasajeros. Sin embargo, la actividad en el mes de agosto ha sido inferior en un 80 % a aquella del 2019 lo que provocó que más de 700 empleados hayan perdido su empleo recibiendo paquetes de compensación.
Para hacernos una idea del impacto del problema hay que decir que el 80 % de la flota de EasyJet permanece en estos momentos en tierra. Para paliar en parte este problema, la compañía de turismo low cost acaba de lanzar una campaña de viajes a partir de 5 euros.
En la otra cara de la moneda, la recuperación en el sector del turismo interno de China se aceleró. Todo gracias a la fiebre de los viajes de vacaciones de verano, en un momento en el que la pandemia parecía controlada en el país. Los viajes aéreos nacionales en China, que se han recuperado progresivamente tras el brote de Covid-19, alcanzarán una recuperación completa a principios de septiembre, predijo ForwardKeys, una rastreadora de reservas de viajes a nivel mundial.
En la segunda semana de agosto, las llegadas nacionales a los aeropuertos chinos alcanzaron el 86 por ciento de los niveles de 2019. Los estudiantes de Shanghai están de vuelta en el campus y el Museo de la Exposición Universal finalmente está en plena actividad. En julio y agosto, el museo recibió a 60.000 turistas, un gran salto con respecto a los meses anteriores. Aunque los turistas aún necesitan reservar con anticipación para visitarlo. Los datos de Air Travel, una empresa de servicios de viajes, muestran que los museos, los parques temáticos y las actividades al aire libre fueron las opciones populares para los turistas chinos durante las vacaciones de verano, lo que impulsó también la demanda de plazas hoteleras.
Los consumidores chinos han vuelto a los altos volúmenes de compras de bolsos, cosméticos y coches de lujo. Sin embargo, han reducido sus salidas nocturnas, viajes al extranjero y también se aprecian caídas de ventas en material deportivo. Los fabricantes de artículos de lujo registraron un crecimiento de los ingresos de dos dígitos en el último trimestre en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Todo ello subraya la tendencia de una recuperación más fuerte, dado que, ante la imposibilidad de viajar al extranjero, el consumidor opulento opta por incrementar las compras de marcas reconocidas. Sirva de ejemplo que las ventas de LMVH en China el último trimestre aumentaron un 65 % con respecto al año anterior mientras que los ingresos generales del grupo cayeron un 38 %. China amortigua los problemas del grupo en el resto de países. Así mismo, las ventas interanuales de Kering aumentaron más de un 40 % después del golpe sufrido en el primer trimestre como consecuencia del covid-19 en China.
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