Los cruceros dan por perdido el año y preparan entornos seguros

A pesar de que el gobierno de los Estados Unidos levantó el pasado viernes la suspensión para realizar cruceros turísticos por sus costas, el sector no lo ve claro. Las grandes compañías han acogido de buen agrado la decisión, pero necesitan tiempo. Sobre todo para implementar las medidas sanitarias y de control impuestas por las autoridades. Todos los empleados y los clientes de un crucero deberán pasar pruebas de coronavirus antes de subir y de abandonar el barco. Y además, los cruceros no podrán tener una duración superior a los siete días.

Con estas premisas, el sector ha recibido las noticias con optimismo moderado. La principal asociación, la Cruise Lines International Association que representa al 95 % de las empresas y que incluye a compañías como Princess, Carnival y Royal Caribbean ha reconocido que 2020 terminará sin cruceros. El inicio de las actividades se producirá ya el año que viene.

Los cruceros necesitan nuevos protocolos sanitarios y buscan voluntarios

Y en ello están las empresas, que no pronostican retomar su actividad hasta febrero como mínimo. El presidente y director ejecutivo de Royal Caribbean, Richard Fain reconoce por ejemplo que «nuestra industria ha sufrido durante los largos siete meses, pero ahora finalmente tenemos un camino a seguir». Un marco regulatorio que como bien dice Fain «tomará algún tiempo pasar de donde estamos a nuestras primeras salidas comerciales».

Las grandes empresas de cruceros se enfrentan a semanas de trabajo intenso, que se une a la incertidumbre generada por la evolución de la pandemia. «Tenemos que reposicionar nuestros barcos, actualizar sus certificaciones, aprovisionarlos, hacer modificaciones físicas para soportar el distanciamiento y mejorar la atención médica a bordo», asegura Richard Fain desde Royal Caribbean. Hasta el inicio de operaciones, que podría coincidir con el primer aniversario de los confinamientos, se harán cruceros de prueba. Serán voluntarios en viajes simulados los que probarán junto con los empleados los nuevos protocolos de seguridad para los cruceros.