La recién inaugurada tienda insignia de Stradivarius se ubica en el número 3 del Paseo de Gracia, junto a la icónica Plaza Cataluña. Es resultado de la decisión que tomó el grupo de Zara el pasado febrero, dando un paso adelante para reafirmar la importancia de esta marca.
La familia Triquell fundó Stradivarius como marca independiente, y en 1999 vendió por unos 110 millones de euros el 90% de la compañía a Inditex. Hoy en día, la cadena es la cuarta marca por términos de facturación del conglomerado gallego, por detrás de Zara, Pull & Bear y Massimo Dutti. Y acumula unas ventas anuales que superan los 2.000 millones de euros, de los 32.5 mil millones de euros que registra el grupo gallego.
Stradivarius cuenta con 850 tiendas de las 5.800 en que opera el conglomerado que preside Marta Ortega. Ahora su estrategia pasa por reivindicar la “identidad propia” de la firma mediante la creación de un nuevo logotipo “más contemporáneo y refinado”, diseñado junto al estudio barcelonés Ana Mirats. También cambia su tipografía por una creada en exclusiva para la marca. Eso sí, manteniendo algunas claves de su identidad como “la clave de sol”.
El nuevo buque insignia de la marca en Cataluña es un histórico edificio de finales del siglo XIX. Amancio Ortega se hizo hace años con este edificio junto a la barcelonesa Plaza de Cataluña, que había sido sede del Banco Central de Barcelona hasta 1999. Es un comercio de dos plantas y tiene una superficie cercana a 2.000 metros cuadrados
El elegante edificio cuenta con grandes pantallas de led en su escaparate que contrastan con la estética original de un edificio modernista.
Del interior, cabe destacar en la primera planta como los ladrillos de la estructura original contrastan con los blancos y beige de la nueva imagen del grupo Inditex. La tienda se compone espacios diáfanos y de gran claridad, donde los maniquíes y las prendas conviven en perfecta armonía.
Mientras que en el piso de arriba impera la estética minimalista que caracteriza a las empresas del grupo Inditex. En este caso, se sustancia en una paleta de colores blancos, grises y beiges, el uso de materiales naturales como el cemento de cal de base mineral en las paredes, y muebles de formas redondeadas y acabados colgados del techo.
Además, la marca ha incorporado elementos sostenibles. Desde cortinas de probador, fabricadas 100% con residuos textiles industriales reciclados, hasta el pavimento realizado con un 30% de materiales reciclados y reutilizados.
En lo concerniente a innovación y atención al cliente, la nueva tienda Stradivarius cuenta con un total de 14 cajas, 10 para pago con tarjeta y cuatro para efectivo o tarjeta, ubicadas en la parte trasera de la tienda.
Además, la marca ha convertido la cámara acorazada del antiguo banco en un espacio para cambios, devoluciones o recogida de paquetes. Esta misma planta también incluye una máquina de autorretorno para compras online, una zona de probadores y un laboratorio de esencias, n área interactiva donde los clientes pueden explorar las fragancias de la marca.
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