Under Armour y su fundador podrían haber engañado a los inversores
Under Armour acepta el pago de una sanción al encontrarse indicios de que pudo inflar sus cuentas y un grupo de inversores presiona para que su fundador, Kevin Plank, no salga indemne.
El organismo que controla las buenas prácticas bursátiles en Estados Unidos acaba de concluir una investigación sobre Under Armour que ha durado unos cuatro años. La SEC puso en revisión los comentarios públicos de los ejecutivos de la empresa y los estados financieros de la firma de ropa deportiva desde finales de 2015 y hasta principios de 2017. Una profunda revisión contable que la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos ha concluido a principios de este mes con una sonrojante sentencia. La compañía con sede en Baltimore no “divulgó información material sobre sus prácticas de gestión de ingresos y emitieron declaraciones engañosas”.
Los hechos se remontan a octubre de 2015, cuando en una llamada con analistas, Kevin Plank, el fundador y máximo ejecutivo de Under Armour, reiteró la fortaleza de la empresa y unos objetivos de crecimiento más que ambiciosos. La evolución de la compañía en ganancias e ingresos “nos da una gran confianza para el futuro”, dijo Plank en esa misma llamada.
Un grupo de inversores reclama que la investigación sobre Under Armour no se cierre
Lo que sucedió tan solo seis días después es algo bien conocido en el mercado y suele generar muchas dudas. Plank entró en un plan de venta de acciones programado, una forma común para que los ejecutivos vendan acciones de acuerdo con los reguladores. Un plan que le reportó 138 millones de dólares durante los siguientes seis meses. En ese mismo período, la compañía continuó informando de un rápido aumento de los ingresos. Ahora, según la SEC, Under Armour violó las leyes de valores.