On Running necesita financiación para seguir creciendo y mejorar su oferta comercial. La compañía suiza es una de esas marcas que gracias a un producto de calidad se ha hecho un hueco en el exigente mercado del running. Pocas se atreven a quitarle parte del pastel a gigantes como Nike o adidas y mucho menos en mercados como el estadounidense. Allí, las zapatillas On han conseguido tal éxito que sus dirigentes han decidido buscar en la Bolsa de Nueva York nuevos inversores. Entre los actuales está el tenista Roger Federer, que confió en el proyecto casi desde el principio.
Como cuando se vuela, en el running tan importante es el aterrizaje como el despegue. Un concepto que durante años rondó por la cabeza del tres veces campeón mundial de duatlón y varias veces ganador de Ironman Olivier Bernhard. Al retirarse de la competición, buscó la manera de plasmar sus ideas en la zapatilla ideal para hacer deporte.
Un camino que dio origen en 2010 a la empresa. A ella se subieron sus amigos David Allemann y Caspar Coppetti, principales accionistas del grupo junto a Bernhard. Sus primeras zapatillas recibieron premios y elogios por parte de los deportistas: «Es como correr sobre las nubes». Tres años después de su creación, On ya tenía sede en Estados Unidos y meses después lanzaba su modelo Cloud, las zapatillas de running totalmente acolchadas más ligeras del mundo. La recompensa en forma de premios, campeonatos y medallas no tardó en llegar.
Roger Federer decidió formar parte del proyecto en noviembre de 2019 como co-emprendedor. La empresa define su presencia como la de «un socio estratégico para nuestros fundadores y para el equipo de On. Él trae consigo su experiencia única para transformar el desarrollo del producto, el marketing y la relación con los clientes y llevarlo al siguiente nivel». En marzo de este año el tenista estrenaba en el Abierto de Qatar, en Doha, las primeras zapatillas de la compañía diseñadas para jugar al tenis.
El estreno de On en la Bolsa de Nueva York está previsto para la última parte del año. El folleto presentado en la SEC valora la totalidad de la empresa en unos 5.500 millones de dólares. Al mercado saldrían algo más de 31 millones de acciones en un precio aún por establecer de 18 a 20 dólares. Conseguiría un máximo de 622 millones de dólares.
Los actuales inversores venderán algo menos de seis millones de acciones. El fondo de inversión Point Break es el principal accionista con el 25 % de los títulos. Los tres creadores de la marca poseen algo menos del 9 % de los títulos, pero tienen el máximo de derechos de voto en el consejo y tampoco verán mermado su poder de decisión tras la salida al mercado. Podrían repartirse algo más de 340 millones de dólares al vender parte de sus acciones.
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