El diseño y el confort, las nuevas máximas que rigen nuestras vidas

Vivir una pandemia nos afecta a todos los niveles. Y el diseño no iba a ser menos. Desde siempre ha sido uno de los motores del cambio de una sociedad y de su pensamiento; y en la situación actual debe responder a las nuevas necesidades y a los nuevos usos.

Recientemente asistí a un encuentro organizado por la marca Citroën titulado ‘Nuevas carreteras y corrientes de futuro. Las tendencias en movimiento, los movimientos de las tendencias’. En él, la investigadora de tendencias globales de diseño, Marisa Santamaría, destacó la proliferación de nuevas profesiones inexistentes, como la figura del diseñador de nuevas experiencias. Y es que en nuestro nuevo estilo de vida es necesario que el confort sea condición sine qua non. Sin duda, el bienestar es el eje principal del diálogo permanente entre sociedad y diseño.

Pensar de manera global y actuar de manera local

La tendencia emergente de lo «glocal», un concepto acrónimo de global y local, tiene más sentido que nunca. Se refiere al hecho de pensar de manera global y actuar localmente. En este sentido, Santamaría destaca el papel de la artesanía, «ahora se aprecia más ese valor intrínseco de la imperfección, así como el espíritu de aquellos que trabajan con sus manos».  La experta opina que «las tendencias hay que conocerlas pero no para imitarlas. No me gusta la catalogación. Hay que preguntarse qué haces tú y qué aportas. Esto es la innovación«.

Los cambios que ha acelerado la pandemia

Así, la pandemia ha cambiado muchas cosas y sin duda una de ellas es la búsqueda de nuevos espacios de trabajo en la vivienda. Ha habido un cambio de valores pero con varias certezas: la salud y la seguridad. En este sentido, consideramos que no solo nuestro hogar es un lugar seguro sino también nuestro vehículo.

Fuera de los muros de nuestras casas, en la ciudad, también existe la necesidad de crear nuevos espacios. «La renaturalización de las urbes donde se diseñan nuevos jardines y parques es una realidad. No hay nada más que ver los proyectos de los arquitectos Bjarke Ingels  («la vegetación  trepando por las fachadas las embellece») o Piet Udolf con proyectos maravillosos de vegetación espontánea» explica Santamaría. «La movilidad muta», recuerda la experta, y hay que estar preparado. No solo los vehículos han de responder a las nuevas demandas sino también las infraestructuras como las carreteras y los caminos.

El tributo a los inventos españoles

Y hablando de vehículos, otro de los puntos tratados en la conferencia fue que el nacimiento del primer museo en una cuenta de Instagram. Se trata del Museo del Confort by Nuevo Citroen C4 (vehículo que se fabrica en Madrid) que permite deleitarse con la colección de 48 inventos españoles pioneros por su diseño y practicidad. Según Paula Bartolomé, Directora de Comunicación de la firma de automoción «somos pioneros creando este museo que va a sorprender y que es asequible para todos«. A lo largo sus cuatro salas -Tecnología, Diseño, Electricidad y Confort-  sorprende saber la historia del Made in Spain de objetos como el teleférico, la jeringuilla desechable, la grapadora, el primer traje de astronauta o el submarino. Sin duda una innovadora y atractiva galería virtual que puede disfrutarse a cualquier hora, sin necesidad de utilizar mascarilla ni distancia social.

Un concurso para buscar los mejores diseños de los jóvenes. El museo celebra un concurso dirigido a jóvenes diseñadores que han de proponer productos que hagan nuestra vida más confortable. Entre las ideas finalistas está la propuesta de reconvertir el compartimento central del coche en un cajón de desinfección de objetos personales gracias a la pulverización desinfectante y a la radiación ultravioleta. Otra idea consiste en incluir en el coche un dron -que se recarga con energía solar-  para lavar y secar el vehículo cuando consideremos oportuno.