El verano es una época en la que conectamos profundamente con la naturaleza. Da igual que pasemos nuestras vacaciones en la playa o en la montaña, el poder del entorno influye muchísimo en la percepción que tenemos de él y en la querencia de cuidarlo. Por eso nunca está de más que aprovechemos las próximas semanas y las ansiadas vacaciones para incluir pequeños gestos en nuestro día a día que contribuyan a cuidar del medio ambiente.
En primer lugar y por encima de todo debemos reciclar nuestros residuos de forma adecuada, aunque estemos fuera de casa. Y siempre que sea posible, elegir el vidrio en lugar de la lata para el consumo de bebidas.
Porque el vidrio es el único material que puede reciclarse y reutilizarse de forma infinita. Además, para su reciclaje se emplea bastante menos energía que la necesaria para fabricarlo desde cero. Por eso su reciclaje contribuye a ahorrar energía, recursos y reduce las emisiones de dióxido de carbono responsables del cambio climático.
Si seguimos con la alimentación, otra de las cosas que podemos hacer para cuidar de nuestro entorno es utilizar tuppers -para la playa, la piscina o las rutas de senderismo- fabricados con plástico procedente del océano. Ocean Bound Plastic (OBP) es un residuo plástico definido como “en riesgo de terminar en el océano” y se estima que genera el 80% de la basura plástica marina.
Digamos que es un residuo plástico «abandonado», ubicado a menos de 50 kilómetros de costas donde la gestión de residuos es inexistente o ineficiente. Por suerte hay muchas firmas que lo rescatan y le dan una segunda vida. Es el caso de Sistema Plastics, que acaba de llegar a nuestro país con una colección de productos reutilizables que contienen al menos un 35% de este tipo de plástico.
Y si hablamos de materiales ecológicos es bueno saber que muchos de ellos han llegado al mundo de la moda. Vestir de forma consciente no está reñido con las tendencias tal y como demuestran las grandes firmas como Inditex o Mango. En el contexto veraniego también marcas de bañadores como Venus, Alawa o Mur Swimwear apuestan por los diseños conscientes. Igual que otras de zapatillas y sandalias que utilizan piel de cactus o palas eólicas en su fabricación.
También podemos apostar por pequeñas marcas que producen bajo demanda para reducir el impacto ambiental de la industria de la moda o elegir colecciones eco de firmas como Anekke. Ésta, cada temporada lanza una cápsula realizada con un 80% de material reciclado proveniente de tapones de plástico para cuidar la naturaleza y brillar al mismo tiempo. Bravo.
Lo mismo que con la moda pasa con el cuidado personal. Por fortuna el mercado de la cosmética tiene cada vez más marcas ecológicas cuyos productos se elaboran de forma sostenible y con ingredientes 100% naturales.
Otros de los gestos que podemos incorporar a nuestra rutina para cuidar el medio ambiente es tener en la retina a algunas firmas sostenibles. Niyok, Ringana, Phexia, Dulkamara Bamboo o Salad Code son solo algunas de las que conviene no perder de vista en todo el año.
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