El hijo del empresario paquistaní no quería acompañar a su padre en el Titán
Familiares del empresario paquistaní fallecido en el Titán cuestionan que su hijo acompañara voluntariamente a su padre en el trágico viaje al Titanic.
El trágico final del sumergible Titán suma nuevas revelaciones con el paso de las horas. Los cinco tripulantes habrían fallecido a más de tres mil metros de profundidad tras la implosión súbita del artefacto en el que viajaban. Una tragedia que se podría haber evitado a medida que se conocen los detalles técnicos del proyecto. Un viaje en el que, según parece, no todos sus pasajeros tenían el mismo entusiasmo para realizarlo. Eso es al menos lo que se desprende de los comentarios de la tía de Suleman Dawood, el joven que acompañaba a su padre Shahzada Dawood dentro del batiscafo.
El empresario paquistaní habría convencido a su hijo para que le acompañara. Sin embargo, el estudiante universitario de 19 años no tenía las cosas muy claras. Más bien al contrario. Azmeh Dawood, tía del joven, aseguró este jueves a la NBC que su sobrino le dijo a otro miembro de la familia que “no estaba muy dispuesto a hacerlo”.
La tripulación del Titán falleció al instante
Suleman no estaría tan obsesionado con el Titanic como su padre y el viaje a conocer los restos del buque le habría generado muchas dudas. Sin embargo, el joven se habría metido en el interior del sumergible tras la insistencia de su padre, que habría abonado aproximadamente medio millón de dólares por ambos pasajes.
El empresario paquistaní Shahzada Dawood y su hijo Suleman fallecieron al instante junto a sus otros tres acompañantes en el Titán. Las otras víctimas fueron el CEO de OceanGate, Stockton Rush, el investigador francés Paul-Henri Nargeolet y el multimillonario británico Hamish Harding.
La familia habla del siniestro
Azmeh Dawood reconoció en la entrevista que ella no se hubiera metido en el sumergible Titán ni aunque le hubieran ofrecido un millón de dólares. La compañía OceanGate no ocultaba a sus viajeros que el batiscafo era un proyecto experimental.
Antes de entrar en el mismo, los cuatro acompañantes del CEO de OceanGate, Stockton Rush, firmaron un documento en el que eximían a la empresa y sus gestores de cualquier responsabilidad en caso de una tragedia. El accidente ha paralizado, probablemente durante mucho tiempo, cualquier expedición para ver los restos del Titanic.