Cómo abordar la pobreza energética, un problema creciente en nuestro país

La pobreza energética afecta a más de 50 millones de personas en Alemania, Reino Unido, Francia, España y Portugal y ya hay medidas específicas para frenarla.

The Luxonomist. 18/12/2020

Decimos que existe pobreza energética cuando un hogar no tienen recursos suficientes para pagar la cantidad de energía suficiente para cubrir sus necesidades básicas de confort en el hogar. Hablamos de un problema creciente derivado de la pandemia que afecta a un 9,1% de los hogares de nuestro país, tal y como explica el último informe sobre el tema publicado por la Fundación Naturgy.

El documento llamado ‘Pobreza Energética en Europa: un análisis comparativo’ analiza las políticas de lucha contra la vulnerabilidad energética en Alemania, Reino Unido, Francia, España y Portugal. Y marca una hoja de ruta para implantar medidas estructurales cuya repercusión pueda verse en medio o largo plazo.

Algo que se hace necesario a nivel global pero que afecta sobremanera a nuestros vecinos lusos. De hecho, después de nosotros, son los más afectados por esta situación, con un 19,4% de hogares que no pueden mantener una temperatura de confort.

Así, el estudio elaborado por la Cátedra de Sostenibilidad Energética del IEB-Universidad de Barcelona incide en la necesidad de la rehabilitación de viviendas y la mejora de la eficiencia para erradicar esta problemática social. No se olvida de las energías renovables y la formación en materia energética para provocar un cambio de comportamiento que haga más eficientes a los usuarios.

La educación sobre el consumo energético, fundamental para concienciar a los usuarios. Foto Unsplash

Hay 50 millones de hogares europeos con pobreza energética

Sobre la situación en los países analizados, si bien todos son conscientes de la problemática, no todos la abordan de una manera activa y eficaz. “En Europa identificamos 50 millones de hogares en situación de pobreza energética, a los que podrían añadirse unos 4 millones más que no dan información sobre su situación”, explica la catedrática María Teresa Costa, directora del estudio.

Así, la media europea de hogares con una temperatura inadecuada es del 7,3%, encontrándose por debajo Alemania (2,7%), Francia (5%) y Reino Unido (5,4%). Y si hablamos de retrasos en el pago de las facturas, la media de la UE se fija en un 6,6%, llegando nosotros al 7,2%. Por debajo están los alemanes con un 3%; los portugueses con un 4,5%; los británicos con un 5,4% y los franceses con un 6,4%.

El seguimiento de los cinco países demuestra que la heterogeneidad del problema se extiende también dentro del propio territorio. Por ejemplo en España, la mayor tasa de pobreza energética se localiza en Canarias (31,6%) y la menor en La Rioja (3,6%). Todo según datos de 2019 de la reciente actualización del indicador de pobreza escondida en la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética de España.

Muchos hogares no pueden mantener una temperatura de confort. Foto Unsplash @sharonmccutcheon

¿Cómo actuar para acabar con el problema?

Al igual que no existe un patrón para localizar la pobreza energética en cada país, tampoco lo hay para definir las acciones de cada gobierno al respecto. Por ejemplo, España, Francia y Reino Unido son los países que cuentan con las líneas de actuación más completas en la materia. Mientras, Alemania está potenciando las medidas conductuales para proteger a los consumidores vulnerables.

Sea como fuere, es importante promover el autoconsumo y realizar actuaciones que conviertan los hogares vulnerables en más eficientes. No obstante, para evitar que éstas supongan una carga económica para los mismos, se hace fundamental establecer mecanismos de financiación viables y adaptados.

Para ello debe haber mayor coordinación entre entidades públicas, privadas y sociales. El objetivo es poder detectar las situaciones de pobreza energética y actuar rápido reduciendo los trámites administrativos. “Tenemos que fomentar el acceso a una información armonizada, relevante, sistematizada y actualizada. Además de aprovechar el potencial que ofrece la tecnología de medición del consumo energético como base de información”, explica Costa.

Hacer los hogares más eficientes, un punto a tener en cuenta por los gobiernos. Foto Unsplash @aahubs

La pobreza energética y el Pacto Verde Europeo

Así, hay muchas maneras de luchar contra la pobreza energética. Por ejemplo, los cinco planes nacionales integrados de energía y clima (PNIEC) analizados en el estudio dan respuestas muy diferentes a la problemática.

En el caso de España, su PNIEC integra la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética. De hecho, hace hincapié en la rehabilitación energética como forma de luchar también contra el cambio climático. Nuestro país junto a Reino Unido, son los dos únicos que reconocen explícitamente el problema en sus PNIEC. Y lo hacen con una definición de pobreza energética, una estrategia nacional y objetivos de reducción.

Francia, por su parte, reconoce la problemática y en lugar de tener una estrategia cuenta con un Observatorio Nacional sobre el tema. Alemania no define ninguna de estas líneas concretas de actuación y Portugal está a la cola en la materia. Reconoce la problemática pero no tiene ni una definición clara ni estrategias para abordarla.

Y en cuanto al Covid, una amenaza para los consumidores más vulnerables, existen cuatro medidas específicas implementadas solo en España y Portugal. Se trata de la prohibición de la desconexión, los pagos personalizados, los subsidios y los descuentos. En este sentido se manifestó Catharina Sikow, directora de Mercado Interior de la Energía en la Dirección General de Energía de la Comisión Europea (CE) en la presentación del estudio de la Fundación Naturgy. “Conforme se van haciendo más evidentes las consecuencias de la pandemia, también es más evidente la oportunidad de comprometernos para lograr una transición energética justa. La pandemia acentúa la presión y la necesidad de garantizar el acceso a una energía asequible, segura y sostenible para todos los europeos”.

 

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