Ocho curiosidades que no sabías de Titanic en el 25 aniversario de su estreno
Se cumplen 25 años del estreno de Titanic, la película de James Cameron, que encumbró a Kate Winslet y Leonardo DiCaprio.
Hace 25 años, el 19 de diciembre de 1997, miles de personas acudían al cine para ver por primera vez Titanic. Una película de la que entonces solo se sabía que narraba el hundimiento de este famoso barco, a través de la historia de amor de dos personajes.
Hoy Titanic es una de las películas más icónicas de la historia del cine. Arrasó en taquilla, consiguió once premios Oscar, entre ellos el de Mejor Película, y encumbró a la eternidad a sus protagonistas Leonardo DiCaprio y Kate Winslet. Sin embargo, pasen los años que pasen, Titanic sigue siendo un clásico de obligado visionado y son muchas las curiosidades que siguen ocultando cada una de sus escenas.
Se cumplen 25 años del estreno de Titanic
Para rodar Titanic James Cameron planeó todo al milímetro, literalmente hablando. Y es que las dos horas y 40 minutos que dura la película no son casualidad. Se trata del mismo tiempo que tardó el barco real en hundirse aquella madrugada del 15 de abril de 1912. Tanta es la precisión, que incluso los 37 segundos que dura la escena en la que el Titanic se choca contra el iceberg, se corresponden con el tiempo real cuando el buque chocó con el bloque de hielo.
Estos detalles nos dan una pista de que el rodaje de la película no fue nada sencillo. De hecho, las tomas en las que el agua va invadiendo el barco y especialmente el salón de la gran escalera, fueron de las últimas en grabarse y se hicieron en una sola toma. Al grabarlas todo el mobiliario y atrezzo se destruyeron y nada podía fallar.
Leonardo DiCaprio estuvo a punto de no trabajar en Titanic
Rodaje duro y complicado para el que confiaron en dos actores, ahora conocidos mundialmente, y que entonces encumbró a lo más alto: Kate Winslet y Leonardo DiCaprio. Este último apunto estuvo de quedarse sin el papel. Otros famosos actores como Matthew McConaughy también aspiraron a interpretar a Jack en la película llegando a hacer las primeras lecturas del guion con Kate Winslet.
Y es que, según reveló el propio James Cameron hace unos años, Leonardo DiCaprio llegó a las pruebas con una actitud de divo que no gustó nada al director. Sin embargo, tras amenazarle con no darle el papel, DiCaprio claudicó, y al verle dar vida al personaje se quedó impresionado y lo contrató.
Kate Winslet y Leonardo DiCaprio siempre tuvieron una excelente relación
La relación de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet fue muy estrecha desde el inicio del rodaje, en parte, por la ocurrencia que ésta tuvo para romper el hielo entre los dos. Y es que consciente de que iba a tener que hacer un desnudo con DiCaprio, la actriz decidió perder antes la vergüenza desabrochándose el vestido entre toma y toma enseñado su cuerpo al actor.
A día de hoy ambos presumen de una excelente amistad. De hecho, siempre que se ven en las alfombras rojas se funden en un gran abrazo y posan juntos ante la prensa. Todo, a pesar de que Kate Winslet no le dejó hueco en su tabla cuando el Titanic se hundió.
25 años después de Titanic se conoce el verdadero final
Ese final en el que Rose se salva y Jack muere congelado es algo que muchos no perdonan a James Cameron, pues es evidente que los dos cabían en la tabla. Así lo confesó el propio director hace poco en una entrevista. Sin embargo, tenía claro que Jack debía morir porque «si los dos hubiesen sobrevivido, el final de la película no tendría sentido. La película habla sobre la muerte y la separación. Jack tenía que morir», confesó.
Lo que muchos no saben es que el propio James Cameron dio por unos segundos vida a Jack. Y es que la icónica escena en la que éste dibuja a Rose desnuda en el sofá, las manos que se ven haciendo el dibujo no son las de Leonardo DiCaprio, sino las de James Cameron. Además, como el director es zurdo, en posproducción tuvieron que voltear las imágenes para que nadie notase que no se trataba de DiCaprio.
Una escena que ha pasado a la historia y en la que aparece las gran joya de la película, el collar Corazón del Mar que no existía en la vida real. En la ficción la joya había sido tallada a partir de la corona de Luis XVI, un diamante azul de 56 quilates con forma de corazón y engastado en oro blanco y diamantes incoloros que, de existir, estaría valorada en 475 millones de euros. Para el filme se creó una versión en oro blanco y circonita que costó unos 8.000 euros.