Con motivo del Día Mundial de la Felicidad, que se ha celebrado este 20 de marzo, se ha hecho público el Informe Mundial de la Felicidad, que corona, por séptimo año consecutivo a Finlandia, como el país más feliz del mundo para vivir. El informe, que ha medido la percepción social en 143 países, ratifica un descenso en los datos relativos a España, que cae siete puestos, hasta el 36.
El estudio publicado por Gallup, en colaboración con la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU, el Centro de Investigación del Bienestar de Oxford y el Comité Editorial del WHR, muestra la imagen que tienen los ciudadanos de su propia situación.
Aunque no explican en detalle qué factores llevan a Finlandia a ser el país más feliz del mundo y a otros como Afganistán, Líbano y Lesoto a estar a la cola, el informe sí que alude a factores que contribuyen tradicionalmente al bienestar social. Entre ellos están los ingresos, la libertad o la ausencia de corrupción.
Gracias a estos factores, los países nórdicos vuelven a sobresalir sobre el resto. Dinamarca, Islandia y Suecia completan los cuatro primeros puestos, mientras que Israel, un país marcado en la actualidad por la guerra, aparece en quinto lugar, según un estudio que examina datos de 2021 a 2023.
España acumula varios años de caída. En 2021 figuraba en el puesto 24 y en 2003 aparecía en el 29. Eso sí, el informe destaca la diferencia de datos en función de la edad. Si sólo se tienen en cuenta las respuestas de personas mayores de 60 años, España estaría en el puesto 29. Sin embargo, en el grupo de menores de 30 se desplomaría hasta el 55.
Según el informe de Ipsos por el Día Internacional de la Felicidad, España rompe la tendencia mundial siendo el país donde la felicidad es mayor ahora que hace más de una década. Añade que los ‘baby boomers’ (nacidos entre 1945 y 1965) son los más felices y sólo un 30 por ciento de la población afirma ser infeliz.
Según determina la encuesta, en términos de salud, la gente se muestra altamente satisfecha en España en cuanto a su salud física (73 %) y mental (72 %). En cuanto a las generaciones, existen diferencias destacables, especialmente entre los más mayores (baby boomers) y los más jóvenes (los Z). Mientras que el 85 % de los baby boomers se encuentran satisfechos con su salud mental, ese porcentaje baja hasta el 59 % entre la Generación Z.
En lo referente al aspecto económico, aunque la mayoría de la población española (58 %) afirma estar satisfecha con su situación financiera, el dato varía mucho dependiendo de la edad. Así, mientras que la generación de los baby boomers son los más satisfechos con sus finanzas (64 %), los más jóvenes pertenecientes a la Generación Z no alcanzan una mayoría (45 %), con una diferencia de 19 puntos.
También la encuesta muestra que los hogares con ingresos más bajos se muestran mucho menos felices (61 %) que los de ingresos altos (81 %), dato que reafirma la expresión de que «el dinero no da la felicidad, pero ayuda».
Lo que sí que parece darla es el amor, en todas sus formas, pues España es el segundo país europeo donde más satisfecha se declara la gente a la hora de sentirse amado (81 %) y querido (76 %), lo que sin duda tiene un impacto directo es ser más o menos feliz.
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