Los retos para la industria del lujo en 2024
El sector del lujo se enfrenta a una adaptación entre generaciones y mercados cambiantes.
El último tramo de 2023 no ha sido particularmente brillante para la industria del lujo. Algo que quedó reflejado en una disminución del 9 % del índice global de lujo de S&P desde mediados de año. Aunque el consumo de bienes de lujo creció un modesto 4 % en 2023, frente al deslumbrante 20 % del año anterior. La incertidumbre económica global sugiere que la industria del lujo se enfrenta a desafíos significativos en 2024.
Uno de los desafíos fundamentales radica en la necesidad de que las marcas de lujo aborden la actual desaceleración del gasto en artículos no esenciales por parte de los consumidores acomodados. Esta tendencia sugiere un cambio en la mentalidad del consumidor. Ahora busca un mayor significado en sus compras. Un desafío que las marcas deben abordar para mantener su atractivo.
Principales retos para el lujo en el año en curso y sucesivos
Encontrar el momento decisivo para cada marca: Innovación constante para la adaptabilidad, que se erige como el pilar central para las marcas de lujo en 2024. La constante innovación se presenta como la única manera de garantizar que los productos estén en sintonía con las tendencias de la moda. Que las marcas sigan siendo invencibles en un mercado en constante cambio. Este enfoque refleja la actual industria de artículos de lujo, centrada en el valor y la experiencia del cliente.
Afrontar las diferencias generacionales
Después de cautivar a los Baby Boomers, Generación X y Millennials, las marcas de lujo ahora deben ser capaces de atraer a la Generación Z. Junto con los Millennials, dominarán el consumo de bienes de lujo a partir de 2030. La Generación Z busca respuestas diferentes a la anteriores generaciones, centrándose en la experiencia de vida y la sostenibilidad ambiental. Las marcas de lujo deben adaptarse a estos valores cambiantes para atraer a este grupo demográfico emergente.
Experiencias de lujo más allá de productos y viceversa
La integración entre diferentes categorías del mercado de lujo puede impulsar la expansión a largo plazo. Las marcas no solo deben ofrecer productos de alta calidad, sino también experiencias en las tiendas, restaurantes, hoteles y otros lugares. La conexión emocional con la marca debe extenderse más allá del producto en sí, abarcando los sentimientos que provoca poseer y usar el producto.
Capear con las crecientes desigualdades económicas
En un entorno de crecientes desigualdades económicas, las compañías del lujo se debaten entre centrarse en los clientes más pudientes o expandir su influencia mediante productos de nivel básico. ¿Quién sostendrá un mercado donde el 40 % de los ingresos proviene del 5 % más rico de la población? Las marcas enfrentan la decisión de equilibrar la exclusividad con la expansión de su base de clientes.
Tendencias geográficas: Europa y China
La tendencia histórica «Europa produce, China consume» podría cambiar en 2024. La industria sigue siendo un raro punto brillante para Europa en un momento en que el continente parece correr el riesgo de caer en la irrelevancia económica y tecnológica. El patrimonio europeo sigue fascinando a viajeros y consumidores de lujo. Nuestro continente es un centro fundamental de diseño y creatividad. Los grandes conglomerados tienen gran músculo financiero para desarrollar grandes estrategias empresariales y conseguir talento individual.
Sobre China decir que es claro que las principales marcas de lujo han entrado en el mercado chino para ampliar su base de clientes. Pero a partir de 2024 la distribución geográfica se reequilibrará y la dependencia de la industria del lujo de los consumidores chinos se reducirá considerablemente.
En 2019, un tercio de los ingresos por bienes de lujo personales provino de consumidores chinos. Para 2024, esta proporción se reducirá a entre un quinto y un cuarto. Mientras tanto, la proporción de consumidores estadounidenses también está creciendo, del 22 % en 2019 al 29 % y al 31 % en 2023. Lo que plantea otro desafío para las marcas de lujo. Sin embargo, los fabricantes norteamericanos siguen teniendo complicado desbancar a Europa del liderato de la industria.