Secretos y curiosidades de Galería Canalejas, el nuevo templo del lujo del centro de Madrid
El pasado histórico de los siete edificios que ahora conforman la Galería Canalejas está presente en muchas de sus piezas decorativas.
No es de extrañar que una galería que ocupa el lugar de siete edificios históricos sea una caja de sorpresas. Sobre todo luciendo como luce tras su remodelación, de la que conserva hasta 16.000 piezas antiguas tanto en interiores como en sus 8.000 metros cuadrados de fachadas. Por eso entrar en Galería Canalejas es disfrutar del presente del lujo internacional más exclusivo sin dejar de lado el pasado de un lugar que habla de la ciudad y de sus habitantes.
Sucede gracias a piezas de decoración, mobiliario o incluso arquitectónicas que se integran en los espacios comunes de este exclusivo centro comercial, pero también en algunas de sus tiendas. El motivo es, según nos cuenta su directora, Isabel Antolín, «combinar la identidad de las firmas de lujo internacional que ahora lo ocupan con la artesanía y la historia del lujo Made in Spain». Ese que tan importante es hoy y que tanto tuvo que ver en la época brillante del edificio.
Boutiques internacionales con toque español
Así, las boutiques del espacio presentan decoraciones depuradas, elegantes, fieles a sus ADN, haciendo varias de ellas guiños especiales a nuestra cultura, nuestra artesanía y sí, también al pasado de la Galería.
Por ejemplo, la boutique de Cartier se completó recientemente con un gran tapiz tejido a mano durante dos años por artesanos españoles. En él se representa a la pantera de la marca con detalles que rinden homenaje a varios lugares emblemáticos de Madrid.
Por su parte, la tienda de Aquazzurra, la primera que la firma de calzado italiana abre en España, está pintada de color amarillo inspirándose en el tiempo cálido y luminoso de nuestro país. Además, sus lámparas hechas a mano por artesanos se montaron a mano días antes de su inauguración.
Otra firma italiana que también irrumpe en nuestro país con su boutique de Galería Canalejas es Zegna. En su interior, además de un espectacular vestidor con ventanas a la calle, se esconde un muestrario de llaves antiguas.
Piezas únicas que otrora abrieron las taquillas de los trabajadores de alguno de los bancos que ocuparon la manzana.
Esos cuyos mostradores y suelos de mármol, sobre los que se despachó tanto dinero, pueden disfrutarse ahora en la boutique de Hermès (antigua joyería Sáinz).
Las cajas fuertes, el pasado banquero de Galería Canalejas
También de esa época son varios de los elementos más especiales del lugar ubicados en su tercera planta, la más discreta. Es la que acoge la sala VIP y un pequeño espacio expositivo.
Allí hay tres de las cinco cajas fuertes que se usaron como tal cuando la Galería Canalejas albergó las oficinas de varios bancos. En concreto, cuando fue sede del Banco Español de Crédito en 1922 y del Banco Zaragozano en 1942.
Tres de ellas (dos pequeñas y otra de 19 toneladas situada en la planta de moda) de la marca Fichet sirven ahora como vitrinas para piezas de marcas españolas que realicen exposiciones o colaboraciones con la Galería.
Es el caso de Lladró, por ejemplo, que recientemente mostró sus creaciones en tan inusuales y originales escaparates.
La otra, una puerta acorazada de acero forjado y 14 toneladas de peso de la casa Fortis, sirve como puerta de enlace entre la Galería Canalejas y el Hotel Four Seasons.
Sorpresas art déco de Galería Canalejas
Y si hablamos de puertas, otra de las sorpresas de esta galería comercial la tenemos en su entrada por la calle Alcalá. Ésta está cubierta por una preciosa reja de forja con decoraciones en bronce que anteriormente formaba parte del edificio de la calle Alcalá número 10.
También se han mantenido y recuperado columnas antiguas, varios capiteles de estilo corintio que pueden verse en el food hall e incluso un buzón antiguo sito en la planta baja reservada al parking.
Por último, debemos hablar de la impresionante vidriera que preside el atrio central de la planta de shopping. Una pieza de cristal emplomado y estilo art déco que en su origen iluminaba el patio de operaciones del Banco Zaragozano.
Para mantener su esencia y devolverla a su estado original, ha sido restaurada por los maestros del Estudio Lamela con cristales y vidrios antiguos utilizando técnicas de los años 40.
Un lugar para visitar y descubrir
Tal y como nos explicó la directora del espacio, Isabel Antolín, durante una visita al mismo: «Galería Canalejas es un lugar para visitar con muchísimo que decir al visitante». De hecho, además de un centro de shopping se perfila como un atractivo turístico en el que la artesanía, como hemos visto, juega un papel fundamental en su discurso.
De hecho, los detalles con impronta Made in Spain se suceden allí donde miremos. Están en las piezas de las fachadas, las lámparas de vidrio soplado por artesanos valencianos de la entrada por la Plaza de Canalejas; y también en los uniformes de los doormen, elaboradas por la centenaria y madrileña casa de tejidos, Seseña.
