De sobra es conocida la afición que tenía Isabel II por los automóviles de alta gama. La difunta monarca nunca ocultó su pasión por los automóviles. Una afición que compartía con su marido, Felipe de Edimburgo. Él era más de Land Rover, mientras que a ella era más de Jaguar. Sus viajes hasta su última morada común fueron precisamente en sendos autos de ambas marcas expresamente modificados para llevar sus féretros. El extenso garaje que Isabel II tenía de vehículos oficiales es uno de los más demandados en ferias y subastas.
No es de extrañar por lo tanto que la última berlina subastada que perteneció a Isabel II se haya vendido por 103.522 libras incluidas comisiones. Un precio que supera ampliamente las 60 mil libras que estimaba conseguir Bonhams como precio máximo.
Los expertos consideran a este coche como uno de los más inusuales que formaron parte del garaje de Isabel II durante los 70 años de reinado. Hay numerosas evidencias gráficas en las que se la ve subida en este Daimler Majestic de 2001. Se trata además de un modelo propiedad de Jaguar pero que la casa inglesa comercializó bajo el paraguas de Daimler.
Este respetado carrocero británico ha sido propiedad de Jaguar y sus diversas empresas matrices durante gran parte de los últimos 60 años. Durante ese tiempo, Jaguar utilizó Daimler de la misma manera que Mercedes ha usado Maybach como submarca para sus modelos más lujosos. Así, este Daimler Majestic era básicamente un Jaguar XJ rebautizado.
Jaguar Land Rover creó este modelo bajo las especificaciones de la reina Isabel II. Salió de fábrica el 14 de marzo de 2001, pero no se registró hasta pasados 3 meses. En ese periodo se realizaron las pruebas necesarias para garantizar que el automóvil no dejara en la cuneta a la reina.
El Daimler Majestic tenía algunos accesorios únicos, como las luces de seguridad o la famosa bandeja para guardar bolsos integrada en el reposabrazos, entre los dos asientos delanteros. El tablero está tapizado en cuero British Racing Green, a petición de Isabel II. El frente también presenta una placa plateada que indica la procedencia del automóvil y que formó parte Su Majestad entre junio de 2001 y julio de 2006.
Seis años después de su matriculación, este modelo fue devuelto con gratitud al Jaguar Daimler Heritage Trust. Permaneció en sus fondos hasta 2013, cuando fue adquirido por un coleccionista. A subasta salía con apenas 16.200 millas desde su estreno y menos de 1.400 desde que abandonó la flota real. Con el propietario actual, el coche se ha guardado en un garaje con calefacción como parte de una fantástica colección privada.
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