Cómo se crea cosmética de lujo con residuos agroalimentarios
Un proyecto pionero crea productos de belleza reduciendo al máximo los químicos y apostando por la economía circular.
Crear cosmética de lujo a base de residuos orgánicos es posible. Los consumidores cada día están más concienciados con el medioambiente y la presencia de cada día más cosméticos sostenibles es una prueba de ello. La industria camina hacia una reducción de los productos químicos y ahora un proyecto pionero en nuestro país ha conseguido transformar por completo los residuos de la industria alimentaria en nuevos cosméticos.
El proyecto de I+D INNATUR, desarrollado en el Centro de Investigación e Innovación AITEX, ha conseguido abarcar todos los eslabones de la producción de un cosmético desde el desarrollo del principio activo partiendo de residuos.
Los residuos se procesan para una nueva vida
Se apuesta así por la economía circular. Se logra un producto final que ha sido sometido a rigurosas pruebas de eficacia y seguridad que garantizan que no solo cumpla con las expectativas en términos de rendimiento, sino que también sea seguro para el uso del consumidor.
Para ello se ha llevado a cabo un proceso de selección de las materias primas. No son más que residuos vegetales procedentes de la industria. Cáscaras y pieles de frutas de los que se han extraído los principios activos por métodos ‘verdes’ que reducen el uso de solventes y energía, y maximizan la eficiencia de extracción.
Se crea nueva cosmética de lujo con residuos
Posteriormente, se han llevado a cabo procesos de estabilización de estos extractos. Todo mediante técnicas como la liofilización o la encapsulación. Se garantiza así su efectividad a largo plazo y se conservan al máximo las propiedades de los ingredientes activos.
Gracias a ello, han desarrollado un champú waterless en polvo, que se activa con agua, con extracto de piel de granada y sandía. También un exfoliante corporal con partículas de coco con efecto hidratante. O un contorno de ojos con extracto de piel de granada, que destaca por su efecto antioxidante Hasta un sérum con extracto de naranja, para mejorar la luminosidad y la textura de la piel.
Es, en definitiva, una muestra más de que la industria de la cosmética puede reformularse y ofrecer productos sostenibles en todas sus fases de producción. Con todo se ayuda a minimizar el impacto ambiental y se promueve la sostenibilidad en todas sus facetas.