Los aceites esenciales suelen extraerse de plantas, aunque hoy en día se obtienen muchos de manera artificial. Los fijadores, por lo general, provienen de productos animales: almizcle, ámbar, la algalia, etc. y tienen como función hacer que las fragancias de cada uno de los componentes perduren. Una vez obtenido el aceite esencial, se utiliza éste en mayor o menor concentración y se emplea alcohol en diversa escala de graduación, consiguiendo un perfume o colonia en función del modo en que se utilicen ambos elementos en la mezcla.