La Navidad es esa época del año en la que los creativos de Lush se ponen morados. Si normalmente no hay límites a la imaginación, la colección especial para estas fiestas les permite doble ración de locura. En lo que no hay sorpresas es en la naturalidad de sus ingredientes de comercio justo, las inteligentes fórmulas autoconservantes y la ausencia de petroquímicos y aceite de palma en los jabones.
Reindeer Rock es un delicioso jabón fabricado a base de infusión de arándanos secos, aceite revitalizante de bergamota y aceite calmante de ciprés. Su diseño se inspira en las antiguas figuras talladas en piedra en el norte de Escandinavia.
Con Yog Nog sigue el viaje, esta vez al otro lado del charco. Se trata de un cremoso jabón navideño fabricado con hidratante yogur de soja y toques de especias típicas de la temporada, como el clavo y la nuez moscada. El compromiso social de la marca está presente en la decoración, a base de polvo de cacao procedente de un proyecto solidario de SLush en el noreste de Colombia que lucha contra la violencia de los paramilitares. Yog Nog se inspira en Eggnog, el cóctel navideño tradicional en Estados Unidos y Canadá.
Snowman Fun demuestra que hasta un jabón puede ser entretenido. Como la plastilina. Está compuesto de varias piezas moldeables con las que crear un muñeco de nieve. Es a la vez jabón, burbuja, champú y un arma infalible para ahorrarse peleas con los niños a la hora del baño. Está perfumado con la mezcla de los aceites esenciales de buchú, bergamota y limones sicilianos, y su fragancia recuerda al popular jabón Carrot. Contiene harina de maíz para evitar que la piel se seque, glicerina para ayudarle a absorber todos los componentes hidratantes y talco para conseguir esa textura suave y moldeable.
En Lush saben que un regalo empieza antes de abrirlo. Por eso han diseñado espectaculares paquetes navideños, cuidando que todos los materiales tengan el mínimo impacto medioambiental. Las cajas de regalo son reutilizables y los papeles reciclados. El Furoshiki es un estilo de envoltorio tradicional japonés que tan solo utiliza una tela cuadrada cuidadosamente anudada. Una alternativa preciosa y original al papel que no genera residuos, ya que se puede utilizar una y otra vez.
Muchos de los Furoshikis de Lush están hechos por Re-wrap, una cooperativa de mujeres de la India que les ofrece la oportunidad de formarse y lograr la independencia económica. El resto son Greenspun, una especie de tejido hecho con botellas de plástico recicladas, o bufandas vintage reutilizadas.https://www.lush.es/
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