La Navidad es una de esas épocas en las que todos queremos estar radiantes. Ropa, cuerpo, cara, maquillaje y, por supuesto, pelo. ¿A quién no le gusta lucir pelazo? Sin embargo, el invierno, al igual que el verano, es una época difícil para nuestro cabello. Y es que a pesar de que ya está a salvo del agua, cloro y el sol, se enfrenta a otros problemas como la sequedad o la caída. Por suerte existen una serie de cuidados que podemos seguir para que estas fiestas triunfemos con los peinados más increíbles.
Después del verano lo mejor el hacer una visita a la peluquería. Aunque ya hace unos meses de las vacaciones, si no has acudido a un estilista, sin duda, la Navidad es una época perfecta para ello. Con el pelo saneado y las putas perfectamente cuidadas ya puedes centrarte en otros aspectos como la hidratación.
El frío y las calefacciones pueden afectar a nuestro cabello, haciendo que este se muestre más seco y con aspecto encrespado. Para poner solución a este problema es fundamental escoger un champú, un acondicionador y una mascarilla que nos de un aporte extra de hidratación y aporte nuevos nutrientes.
Lo ideal es que te laves el pelo dos o tres veces por semana y que, al menos una de ellas, apliques una mascarilla. La línea Expert Nutrition de Frank Provost es perfecta para dar al cabello ese aporte extra de nutrientes que necesita. Estos productos no tienen siliconas y sus fórmulas son elaboradas a partir de ingredientes activos que dan a nuestro cabello un acabado más suave y elástico, aportando un extra de nutrición, que hace que éste se vea más suelto y sin apelmazar.
Si quieres añadir un punto extra de hidratación puedes utilizar un aceite capilar. Éste se puede aplicar tanto en seco, como en mojado, pero, eso sí, siempre de medios a puntas. Nunca lo apliques en la raíz, ya que al ser aceite puedes provocar el efecto contrario y engrasar el cabello, algo que no queremos.
En cuanto al secador, ahora en invierno es un gran aliado, pero hay que tener cuidado. No debemos abusar y aplicar demasiado calor al pelo, pues se podría dañar la raíz y provocar su caída. Para protegerlo puedes emplear protectores de calor, aunque estos son más recomendados cuando utilizamos planchas o tenacillas para dar forma.
Aunque el pelo nos queda perfecto tras el lavado, en los días posteriores éste se apaga, pierde brillo, suavidad o incluso volumen. Para recuperar esa forma que tanto nos gusta no es necesario que volvamos a lavarlo, existen algunos productos que pueden ayudarnos como las brumas.
Éstas brumas no son champús en seco, son productos que están pensados para dar forma y nutrientes al cabello, no para sacarnos del apuro cuando no tenemos el pelo limpio. La colección Magic of Volume de Moroccanoil cuenta con una bruma voluminizadora capaz de devolver al cabello ese volumen que tanto nos gusta, pero sin dejar el pelo pegajoso. Su fórmula de aceite de argán y sal del mar muerto, rica en minerales, aporta un gran movimiento y suavidad al cabello.
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