Qué es y cómo aplicar la colorimetría, la ciencia que te dice lo que te queda bien

Lucir espectacular tiene mucho que ver con cuidarse y sentirse bien. Pero también es innegable que si sabes elegir la ropa que mejor te sienta, tienes gran parte del camino ganado. Y en este terreno tienen tanto que ver los cortes de las prendas que usas como sus colores, de cuya elección dependerá que tengas cara de acelga o que incluso sin maquillaje te veas favorecida. Porque sí, amiga, la colorimetría tiene un poder subestimado por muchos y forma parte del ritual de arreglarse mucho más de lo que piensas.

La palabreja podría definirse como “la ciencia que estudia las medidas cualitativas y cuantitativas del color”. Algo que ayuda a medir y combinar los colores según las necesidades de cada momento y teniendo en cuenta factores como la luminosidad, el tono o la saturación. Esto se aplica, por supuesto, en interiorismo y decoración, pero también en ámbitos de moda y belleza como veremos ahora.

¿Por qué unos colores nos favorecen más que otros?

Porque nuestro tono de piel, el iris de nuestros ojos e incluso el color de nuestro pelo son las bases sobre las que añadimos todo tipo de elementos de color. Prendas, complementos y incluso maquillaje que no siempre nos sientan bien, principalmente porque los colores de unas y otras no combinan como debieran.

Si hablamos de ropa, “no se trata de prohibir colores, sino de encontrar el más adecuado para ti dentro de cada gama”, nos explica Virginia Ibáñez, fundadora de La Agencia Secreta y experta en asesoramiento y shopping de lujo. “La clave está en sentirse bien vistiendo lo que te haga sentir cómoda. Y esto incluye usar un color que sabes que no te favorece demasiado pero que sin embargo, y por lo que sea, te encanta. En ese caso no debes aparcarlo del armario si no quieres. Puedes adecuarlo a tu colorimetría con unos sencillos trucos que pueden cambiar por completo un look que a priori te parecía desacertado”.

Por ejemplo, utilizar un cuello en pico o redondo, usar joyas doradas o plateadas; o ponerte o no un pañuelo al cuello puede cambiar la imagen que te devuelve el espejo y levantar un look poco favorecedor. “Si te gusta el negro pero tu colorimetría es cálida, te verás mejor alejándolo un poco de la cara y aportándole un poco de luz. Lo puedes conseguir usando joyas doradas, escotes amplios o detalles de color como collares o un pañuelo. No es cuestión de evitar un color si te gusta, sino de saber qué añadirle para que sume en lugar de no decirte nada”, explica Virginia.

La colorimetría y la belleza

Así lo corrobora también la experta en colorimetría Francine Nusbaum, de la Hair Boutique Oramai de Madrid, donde además de un spa capilar (tan de moda últimamente) puedes someterte a una asesoría completa de esta disciplina. Un servicio de estilismo personalizado con el que puedes conocer los detalles de tu colorimetría de la mano de varios expertos, para obtener un enfoque 360.

Por un lado, una estilista te explicará si tu piel es fría o cálida y los tonos que más te favorecen a la hora de vestir. Por otro lado, un maquillador profesional te ayudará a potenciar tus rasgos con distintas técnicas y trucos de maquillaje.

Y por último, una asesora que corrobore que el color de tinte que te aplicas es el mejor para ti. Para ello el salón cuenta con un servicio de extensiones y postizos de Maremme Diop, fundadora de Boutique Belle Dame y con una dilatada experiencia en soluciones capilares.