El tratamiento sublime con oro que literalmente te hace brillar
Si buscas un buen regalo para Navidad o cualquier momento del año, no dudes, este tratamiento es mucho más que sus resultados visibles.
Estamos acostumbrados a calificar con números si algo es malo, bueno o regular. Así que en una escala del 1 al 1000, imagínate cómo será un tratamiento que lleva por nombre Mille (1000) y está avalado por la firma premium de cosmética, Maria Galland.
La audaz creadora, que convenció a dermatólogos, químicos y fisiólogos en los años 60 de que un cuidado de la piel distinto y personalizado era posible, asignó a cada uno de sus productos un número. Lo hizo para que cada usuaria pudiera descifrar sus necesidades y componer un código a su medida.
De esta manera, el top de su escala está en el número 1000. Una cifra que comparten varios productos de la línea formulada con oro de 24 quilates, trufa blanca y un mix de activos que actúan en todo tipo de pieles como un auténtico cóctel molotov del bienestar.
El tratamiento Mille Sublime Jeunesse de Maria Galland
De ellos nace la experiencia sensorial de la que hablamos hoy. Un tratamiento de cabina que, si bien dista del siempre inigualable Mosaico Remodelante, es un auténtico placer para los sentidos.
Su nombre es ‘Tratamiento facial global Mille Sublime Jeunesse‘ y su poder reside en la combinación de la mascarilla sublime de la línea Mille de Maria Galland con otros activos que penetran en profundidad en la piel, activándola a nivel celular.
Esto se consigue, por supuesto, gracias a un profundo y exhaustivo masaje profesional y el cumplimiento a rajatabla de tres principios, sea cual sea el tipo de piel. Limpiar, tratar e hidratar.
Abandonarse al bienestar físico y emocional
Como en todo lo que tiene que ver con la cosmética de alto nivel, este tratamiento Mille Sublime de Maria Galland traspasa lo meramente funcional. Es decir, que conlleva un altísimo nivel de bienestar físico que, por supuesto, se traduce inmediatamente al nivel emocional.
Vamos, que disfrutar de los 75 minutos que dura el tratamiento significa limpiar la mente y abandonarse al dificilísimo arte del ‘Dolce far niente’. El de dejar de lado mental y físicamente las actividades y preocupaciones diarias, abrazando por completo la relajación y una placentera sensación de felicidad.
El resultado de todo esto, además, se ve inmediatamente frente al espejo. La piel se muestra más jugosa, más tersa y luminosa; a consecuencia de los activos como el oro que conforman su complejo TOP-CMG. Perfecta para un evento puntual, para afrontar el día con buena cara o simplemente por el placer de vernos y sentirnos bien.