La cosmética coreana se ha convertido en un referente para cuidar nuestra piel. ¿Quién no ha oído hablar de su famosa rutina de diez pasos? Sin embargo, parece que las coreanas no serían tan fieles a esta rutina como nos han hecho creer, sino que habría un pequeño secreto al que confiarían buena parte de su cutis: la gua sha.
Para aquellos que aún no la conozcan, la gua sha es una piedra que tiene su origen en China hace casi 2.000 años. Un utensilio muy conocido en los tratamientos de belleza orientales, que ayuda a estimular la circulación sanguínea y rejuvenecer la piel gracias a la presión y masaje que se ejerce con ella sobre el rostro.
Las gua sha más populares suelen ser de cuarzo rosa o jade, dos materiales que ayudan a reducir las arrugas y aportan beneficios para la piel como reducir la hinchazón y ayudar a la hidratación. Esto, al menos, es lo que se creía en Occidente hasta ahora, pues las coreanas no serían tan partidarias de utilizar la piedra en su rutina de belleza.
Efectivamente, ellas utilizan la gua sha como paso imprescindible de la rutina de cuidado facial, sin embargo no lo hacen con una piedra como tal. Según cuenta Felicitas Medina Alamillos, esteticista y fundadora de PIBU, web de productos coreanos de alta cosmética, las coreanas usan una gua sha de plata. “Allí el masajeador se regala como una joya y se pasa de madres a hijas, durando toda la vida”.
“La gua sha tiene que ser metálica para que la conductividad que se ejerce sobre la piel esté controlada y la piedra no tiene esa conductividad”, señala Felicitas. Esto no quiere decir que las gua sha de piedra no sean válidas o eficaces, sino que tienen diferentes beneficios. Y en lo que nos ocupa, las orientales confían más en las metálicas frente a la creencia popular establecida en Occidente.
De hecho, en Corea hay gua sha con diferentes formas, desde la triangular curvada que todos conocemos, hasta una conforma de rastrillo que encontramos en la web de PIBU. Y es que para los coreanos el masaje de la gua sha no solo se limita a la cara.
También se extiende al cuero cabelludo, para relajar la cabeza; al cuello y escote, para tratar las arrugas de la zona; e incluso a las piernas para favorecer la eliminación de líquidos y tratar la celulitis.
Felicitas Medina recomienda una gua sha muy específica, creada con una aleación secreta de cobre, estaño y bronce. Se trata de un material originario de la dinastía Joseon, que vivió durante más de cinco siglos en Corea y se caracteriza por ser “antibacteriano, antifúngico y repeler cualquier bacteria incluso sin limpiarlo”.
Y es que este metal es capaz de eliminar hasta 100 bacterias de una superficie con solo una pasada, lo que le hace perfecto para limpiar y masajear cutis expuestos a mucha contaminación y suciedad.
Estos masajeadores gua sha están disponibles en la web de PIBU y su precio es de 110 o 150 euros, dependiendo de su forma. Además, en esta web puedes encontrar una gran variedad de productos de alta cosmética coreana para lucir una piel sana, joven y tersa al estilo oriental.
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