La pandemia del coronavirus nos ha hecho ser más cautos, más cuidadosos y más prudentes. Y también ha hecho que valoremos más nuestra salud y el tiempo de calidad. Tiempo acompañados de nuestros seres queridos, pero también solos. Porque el ritmo de vida que llevamos también nos pide a gritos parar de vez en cuando. Sobre todo para cuidarnos. Por eso los tratamientos de cabina en tiempos de coronavirus no han cesado, solo se han reinventado. Como todo lo demás. Lo comprobamos en uno de los tratamientos de cabina de una de las marcas premium de belleza internacional, La Prairie.
La firma suiza presentó recientemente su último sérum de caviar con todas las medidas de seguridad pertinentes. Las mismas que utilizan sus especialistas en sus tratamientos de cabina de los centros madrileños de El Corte Inglés de Serrano y Castellana, a los que pronto se sumará el de Goya.
Plásticos para el calzado, desinfección del mobiliario y los enseres de trabajo, ropa desechable para el cliente y todas las medidas de protección para la profesional que realiza el tratamiento. Guantes, mascarillas, pantallas faciales… nada es como antes de la pandemia en la forma, pero sin embargo sí en el fondo. Porque los productos del tratamiento son los mismos y su efectividad también, al igual que el mimo y la profesionalidad de las manos que los aplican.
Patricia Beloso, especialista en tratamientos en cabina de La Prairie en El Corte Inglés de Serrano, nos cuenta que los clientes siguen demandando sus servicios a pesar de la crisis sanitaria. «La gente es más precavida pero sigue queriendo cuidarse. Sobre todo los clientes españoles son muy fieles a la marca y a nuestros tratamientos», explica. No obstante, estos han tenido que reducirse, tanto por la disminución del turismo como por el protocolo anti-Covid, aunque siguen teniendo mucho éxito. «En lugar de tener un tiempo de media hora entre un tratamiento y otro, ahora dejamos pasar dos horas. Lo estipulado para desinfectar bien y que todo se desarrolle con la máxima seguridad», explica Roberto Avellán, content manager de la firma.
Así, entre la recepción del cliente, la charla previa con la especialista para definir tanto los productos como el tratamiento a seguir en función de las necesidades, así como la duración propia de la sesión, los tratamientos de cabina gratuitos de los que solo disfrutan sus clientes se reducen a un máximo de tres al día. Sin duda una experiencia premium para disfrutar con las máximas garantías.
La Prairie nació en Suiza de la mano de Paul Niehans, un visionario de la belleza que defendía la idea de la eterna juventud. «No se trata sólo de añadir años a la vida, sino de sumar vida a los años». Sus productos y cócteles milagrosos utilizan fórmulas patentadas conseguidas a partir de exquisitos ingredientes naturales como el caviar, el platino o el oro.
Todos ellos buscan redensificar la piel, hidratarla al máximo y conseguir una belleza a prueba de edad. Sin olor, con diferentes texturas y modos de aplicación, los productos de La Prairie son joyas premium para disfrutar también, y con la máxima seguridad, en tiempos de Covid.
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