Adelaide Cottage y las otras viviendas famosas dentro de Windsor
El Castillo de Windsor está rodeado de una vasta extensión de terreno que alberga varias casitas y mansiones donde viven algunos miembros destacados de la Familia Real Británica.
Estamos muy acostumbrados a leer y oír hablar de las muchas propiedades donde viven los miembros de la realeza británica. Casas, palacetes y castillos con nombres propios y que se distribuyen por todo Reino Unido. Pero… ¿sabrías ponerlas en el mapa? ¿sabes realmente dónde vive la Familia Real Británica? Te hacemos un croquis de las principales viviendas que se distribuyen dentro de un auténtico bastión para los royals: el Castillo de Windsor.
El castillo de Windsor
Fue la residencia oficial de la reina Isabel II y desde su construcción, en el siglo XI, lo ha sido de otros 40 monarcas. Como curiosidad diremos que el de Windsor es el castillo habitado más grande y antiguo del mundo; y que se encuentra a las afueras de Londres, como a una hora en coche hacia el oeste desde el centro de la capital.
Sin embargo, el actual rey, Carlos III, no pretende hacer de él su hogar. Lleva más de 20 años viviendo en Clarence House y le cuesta marcharse de allí. No obstante, prevé mudarse al palacio de Buckingham, donde nació. El edificio es un símbolo de la monarquía británica y quiere devolverle parte de su peso. Pero eso será cuando acaben sus obras de remodelación en un par de años.
En cuanto a Windsor, además del impresionante castillo abierto para los visitantes durante todo el año, sus terrenos albergan varias casitas (o mansiones) en las que viven o han vivido distintos miembros de la Familia Real Británica.
Adelaide Cottage, la casita de los príncipes de Gales
Adelaide Cottage es una casita modesta dentro del recinto del castillo actualmente ocupada por los príncipes de Gales y sus tres hijos. Con cuatro habitaciones y rodeada de jardines, los cinco viven allí con la niñera que les ayuda desde hace diez años con los pequeños.
La casa se construyó en 1831 como retiro campestre para la reina Adelaida de Sajonia-Meiningen, esposa del rey Guillermo IV. Desde entonces sus paredes han acogido a diferentes inquilinos. Entre ellos el capitán de la Real Fuerza Aérea durante la Segunda Guerra Mundial, Peter Townsend. Un hombre casado que mantuvo un sonado romance con la princesa Margarita.
En cualquier caso, la casa fue reformada en 2015 y no fue hasta agosto de 2022 (un mes antes de que falleciera Isabel II) cuando el príncipe William, Kate Middleton y sus hijos se mudaron allí. Antes vivían en el impresionante Palacio de Kensington, ubicado en el centro de Londres. Con el cambio, los niños dejaron de ir al colegio Uton para empezar sus estudios en Lambrook School.
Frogmore Cottage, el antiguo hogar de los Sussex
En sus última etapa en Reino Unido -antes de irse primero a Canadá y luego a California-, Frogmore Cottage fue la residencia del príncipe Harry y Meghan Markle. Su estancia allí fue especialmente criticada porque se gastaron unos 2,7 millones de libras en rehabilitarla y luego apenas la disfrutaron durante ocho meses.
La casa está ubicada dentro del castillo de Windsor, a unos 600 metros de Adelaide Cottage. Su nombre se lo puso la reina Victoria en 1875 y significa “El sitio con más ranas”. Porque una tarde tomando el té la molestaron mucho las ranas de las ciénagas cercanas al río Támesis. Antes de eso la vivienda se llamaba Double Garden Cottage y sus orígenes se remontan a 1801 cuando la reina Carlota la usó como casa de descanso para ella y sus hijas.
Hasta la reforma de los duques de Sussex fue una vivienda dividida en cinco apartamentos que desde los años 70 ocuparon exclusivamente personas al servicio de la familia real. Una vez Harry y Meghan la abandonaron, la princesa Eugenia de York y su marido, Jack Brooksbank, la ocuparon durante seis semanas.
Royal Lodge, la residencia del príncipe Andrés
El denostado príncipe Andrés -por su implicación en los escándalos sexuales del caso Epstein- ocupa desde 2004 con su ex-mujer, Sarah Ferguson, la impresionante Royal Lodge. Se trata de una mansión de 30 habitaciones que fue la residencia oficial de la reina madre hasta que murió, en el año 2002.
Situada dentro del perímetro del Castillo de Windsor, cuenta con una parcela exterior de 396.000 metros cuadrados y está valorada en unos 30 millones de libras. Aunque la habita el duque de York, la casa es propiedad de la Corona, con quien éste firmó un contrato de arrendamiento por 75 años. No obstante, el rey Carlos III habría instado a su hermano a abandonar la propiedad para mudarse a otra más modesta y menos costosa de mantener.