Era la boda real del año, destinada a pasar a la historia como las que anteriormente han tenido como protagonistas a alguno de los nietos de Isabel II. Pero la pandemia del coronavirus y las medidas de confinamiento para evitar su expansión la dejaron en suspenso. Finalmente y en secreto, la princesa Beatriz de York y Edoardo Mapelli se acabaron casando el 17 de julio, en una ceremonia privada que se celebró en la capilla del Castillo de Windsor. La propia Reina, Isabel II, confinada desde hacía meses en ese recinto, hizo todo lo posible para que la ceremonia se realizara a pesar de los inconvenientes.
Fue una boda sencilla, con un número reducido de invitados y que sorprendió sobre todo por el atuendo escogido por la novia para su gran día. Beatriz de York lució el vestido que Norman Hartnell diseñó para su abuela en los años sesenta y con el que asistió a importantes ceremonias durante esa década. La Royal Collection Trust, encargada de gestionar las obras de arte y los objetos decorativos de la Corona Británica, ha decidido exponerlo en Windsor hasta el próximo 22 de noviembre.
Protegido por una urna de cristal, el vestido se encuentra en una sala específica del palacio, custodiado por dos miembros de la seguridad. Junto al mismo se encuentra una réplica del ramo utilizado por la princesa Beatriz, diseñado por Patrice Van Helden principalmente con jazmín, varios tipos de rosas y ramas de mirto.
Los afortunados visitantes que acudan a esta sala también podrán ver los zapatos que la nieta de la reina Isabel II lució aquel día. Se trata de un diseño de Valentino que Beatriz utilizó anteriormente en otros eventos de gala. Como por ejemplo la boda de su primo, el príncipe William con Kate Middleton. Por cuestiones de seguridad, la tiara de diamantes utilizada el día de la boda, no ha sido expuesta.
La asesora personal y encargada del vestidor de la Reina, Angela Kelly y el diseñador de moda Stewart Parvin, fueron los encargados de retocar el vestido original y ajustarlo al estilo y preferencias de la princesa Beatriz. Unos retoques que han confirmado desde la Royal Collection Trust que son reversibles para dejar la pieza en su estado original. Porque los creativos añadieron dos mangas cortas de organza y realizaron pequeños cambios en la falda para darle una apariencia más moderna.
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