Llevábamos tiempo esperándola. Kate Middleton ha vuelto a su agenda oficial tras el verano y, por supuesto, no ha defraudado con sus looks. Este fin de semana ha acudido a dos citas importantes. Una, un servicio religioso por el primer aniversario de la muerte de Isabel II; y otra, un partido de la selección inglesa de rugby con motivo de la Copa Mundial de este deporte.
Pero vayamos por partes. El pasado viernes, 8 de septiembre, se cumplió un año del fallecimiento de su majestad, Isabel II. Un acontecimiento que tiñó de luto a Reino Unido y que la Familia Real británica rememoró con distintos servicios religiosos. Mientras Carlos III y Camilla Parker asistían a una discreta misa en la iglesia parroquial de Crathie, en Balmoral; los príncipes de Gales hacían lo propio con un acto público en la catedral de St. David, en Pembrokeshire.
Para la ocasión Kate Middleton eligió un look sobrio pero elegante, en color burdeos que ya le habíamos visto antes. Concretamente en las Navidades pasadas, en el concierto que ella misma organizó con motivo de la Pascua en la Abadía de Westminster. Se trata de uno de los abrigos-vestido que tanto le gustan, de largo midi con escote cruzado en pico, ajustado al cuerpo y con dos botones en la cintura.
Un diseño de Eponine London que combinó con salones de Gianvito Rossi, cartera de mano de Mulberry y tocado de Sahar Milinery. Como viene siendo habitual el punto especial del look lo dieron las joyas. Y es que Kate eligió unos sencillos pendientes de perlas que la propia Isabel II le regaló al entrar a formar parte de su familia. Unas piezas que también tiene muy parecidas su cuñada, Meghan Markle, y que le vimos en el funeral de la monarca.
Al día siguiente la princesa de Gales cambió completamente de tercio y siguió con su agenda oficial presidiendo un encuentro de la Selección Inglesa de Rugby contra Argentina con motivo del Mundial. Una cita especial ya que ella es, después de la renuncia de Harry a sus cargos dentro de la Familia Real, patrona de la Federación y la Liga de Rugby.
Para la ocasión eligió un total look blanco que también le habíamos visto antes. Se trata de un traje de chaqueta y pantalón de Alexander McQueen que la princesa lució en junio de 2022 y que también posee, con alguna variación, en rojo. Un conjunto cuyo estilo recuerda mucho al de la reina Letizia y que combinó con zapatos al tono, un clutch trenzado de Massimo Dutti que estrenó el año pasado y joyas de Mappin & Webb.
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