Meghan y Harry pierden amigos en Montecito tras la victoria de Trump
Ellen DeGeneres y su esposa Portia de Rossi se mudan a Reino Unido en un movimiento que podrían seguir otras celebridades contrarias a Donald Trump.
La reciente victoria electoral de Donald Trump ha puesto en fuga a algunas de las celebridades que no han ocultado su oposición al candidato republicano. Algo que va más allá de abandonar la red social que dirige Elon Musk y que afecta al día a día de muchas de ellas. Es el caso de Ellen DeGeneres y su esposa Portia de Rossi, que habrían decidido mudarse al sur de Londres ante la pronta llegada de Trump a la Casa Blanca.
La información, adelantada por TMZ, cita fuentes cercanas a la pareja, que se encontraría «muy desilusionada» ante el resultado electoral. Tras ello, ambas se habrían instalado en su nueva casa en los Cotswolds, a unos 160 kilómetros de la capital británica.
Ellen DeGeneres y Portia de Rossi dejan su casa en Montecito
Una propiedad que la pareja compró este mismo año y que venían utilizando de forma casual. Ellen DeGeneres y Portia de Rossi habrían decidido quedarse en Reino Unido de manera definitiva y no tienen previsto regresar a su mansión de Montecito. Una residencia que, según parece, también habrían puesto a la venta. La actriz y presentadora, que dejó el mundo de la televisión en 2021, posee uno de los patrimonios inmobiliarios más relevantes de Hollywood.
Su marcha de Montecito supone un relevante golpe al grupo de amistades más cercano de Meghan Markle y el príncipe Harry. La llegada de los duques de Sussex a California en la primavera de 2020 revolucionó el mercado inmobiliario local. Acudieron entonces a un cercano grupo de amigos. Entre ellos estaban la propia Ellen DeGeneres y Oprah Winfrey. Fue finalmente un amigo cercano a ellas, el actor y productor Tyler Perry, el que les acabó alojando en una de sus propiedades en Montecito. Consiguieron casa y un grupo de amistades que les ha ayudado en todo.
Trump nunca ha ocultado su oposición a Harry y Meghan
Recordemos que la fuga del príncipe Harry y Meghan Markle de Buckingham y su llegada a Estados Unidos generó mucha controversia en los últimos meses del primer mandato de Donald Trump. Al poco de llegar a Los Ángeles, los duques de Sussex se mostraron abiertamente contrarios a Trump. Tras ello, a finales de septiembre de 2020, Donald Trump no ocultó su oposición a la pareja.
Su regreso el próximo enero a la Casa Blanca podría reavivar los problemas legales sobre el visado del príncipe Harry. El pasado marzo, el propio Donald Trump insinuó en una entrevista concedida a Nigel Farage, que deportaría al príncipe Harry si bajo su mandato se confirma que falsificó su visado de entrada al país. Su política migratoria es uno de los pilares de su nuevo mandato.
El príncipe Harry aún tiene problemas con su visado
La legislación de Estados Unidos en esta materia exige además que los solicitantes declaren si en el pasado han consumido de forma voluntaria algún tipo de droga o psicotrópico.
Cuando el príncipe Harry estaba en plena promoción de su libro autobiográfico, el hijo menor de Carlos III admitió el consumo de drogas antes de emigrar a California con Meghan Markle en 2020. Harry confirmó haber tomado cocaína, cannabis y hongos mágicos. Dijo que la marihuana y los psicotrópicos «realmente ayudaron» con sus «traumas», mientras que la cocaína era más una «cosa social».