Las contradicciones del príncipe Harry en su juicio contra la prensa

La última comparecencia del príncipe Harry ante el Tribunal Superior de Londres no ha salido tal y como él hubiera imaginado. La cosa ya comenzó mal para el duque de Sussex, que no estuvo presente el primer día de la vista en la que se dirimió el supuesto acoso periodístico al que ha sido sometido por el grupo Mirror. Algunos abogados de la defensa le reprocharon su ausencia, alegando que se ausentó para estar presente en la fiesta de cumpleaños de su hija Lilibet en su casa de Montecito, en California.

El príncipe Harry tuvo que argumentar ante el tribunal la demanda en la que acusa al editor del Daily Mirror, Sunday Mirror y The People de hackear sus teléfonos o realizar otras actividades ilegales para conseguir información. Lo que no se esperaba es que el interrogatorio de la defensa fuera tan minucioso.

El príncipe Harry ataca a la prensa durante el juicio

El duque de Sussex presentó un alegato cargado de ejemplos pasados y recientes. Aseguró que ha «experimentado la hostilidad de la prensa desde que nací». Un sentimiento que según él es mutuo, ya que admitió que siente lo mismo por los periodistas. Harry dijo que con este proceso esperaba «salvar el periodismo como profesión».

Se refirió por ejemplo al momento en el que se publicaron las informaciones sobre la relación entre su madre, la princesa Diana, y James Hewitt. Con 18 años creyó que su padre era el coronel y no Carlos III. «En ese momento, cuando tenía 18 años y había perdido a mi madre solo seis años antes, historias como esta me parecieron muy dañinas y muy reales», afirmó Harry.

La defensa argumenta que está obsesionado con la prensa

La defensa usó sin embargo sus acusaciones para crear ante el tribunal una figura conmocionada y obsesionada con la prensa. Con preguntas precisas al respecto de las informaciones denunciadas y centradas en cómo las podrían haber obtenido los periodistas, el príncipe Harry entró en numerosas contradicciones.

El príncipe Harry se ha convertido en el primer miembro de la realeza, en más de un siglo, en testificar en un juicio por piratería telefónica. Alega que alrededor de 140 artículos publicados entre 1996 y 2010 por Mirror Group Newspapers contenían información recopilada utilizando métodos ilegales.