(Foto: Gtres)
El príncipe Harry le destina unos párrafos de su primer libro de memorias a la casa de soltero en la que vivió desde 2013 hasta abril de 2019. Y lo hace dejando nuevos reproches hacia su familia por haberle cedido durante seis años una vivienda que «no era un palacio».
El hijo menor de Carlos III vivió ese tiempo en Nottingham Cottage, una histórica casa de dos plantas dentro del recinto del Palacio de Buckingham.
Se trata de una vivienda diseñada en el siglo XVII por arquitecto Christopher Wren, responsable de algunos de los edificios históricos más relevantes de Londres. Entre ellos se encuentran el Palacio de Hampton Court o el Royal Hospital Chelsea.
La casa fue utilizada durante años como vivienda por diversos miembros de la familia real o personal de confianza de la familia. Jamás hubo queja. Más bien al contrario. Algunos de sus moradores se sintieron orgullosos de vivir en tan singular espacio.
Pero tanta historia no parecía ser del agrado del príncipe Harry. Olvidadizo, en sus primeras memorias obvia que no debía pasar en la casa demasiado tiempo de soltero. Habría que recordarle que su hermano, el príncipe William así lo confirmó.
Al ser preguntado cómo se sentía al poco de hacerse oficial la relación de Harry con Meghan Markle, William dijo a la prensa que él y Kate estaban «encantados porque espero que eso signifique que se va a mantener alejado de mi frigorífico y que dejará de buscar entre mi comida, ¡lo cual ha hecho durante los últimos años!».
En las fotografías que ilustran sus momentos conyugales en Nottingham Cottage se ve el desorden con el que vivía Harry en aquel espacio. En sus memorias revela además que en 2016, al poco de comenzar a salir con Meghan, se sintió «emocionado» de darle la bienvenida a su casa. Pero «también avergonzado. Nottingham Cottage no era un palacio. Estaba al lado del palacio… eso era lo mejor que se podía decir».
Al parecer, Meghan quedó sorprendida al entrar en la vivienda y recorrer la casa de dos habitaciones y «techos bajos». Hasta ese momento, el príncipe Harry no había reparado en lo «desgastados» que estaban sus muebles o en la ausencia de una decoración a juego. Meghan Markle acabó definiendo la vivienda como «una casa de acogida».
El compromiso de boda del príncipe Harry y Meghan Markle se anunció el 8 de noviembre de ese mismo 2016 y allí siguieron viviendo incluso después de su boda el 19 de mayo de 2018. Tras una inversión de 2,4 millones de libras, se trasladaron en abril de 2019 a Frogmore Cottage, en el Castillo de Windsor. En sus diez habitaciones apenas estuvieron unos meses, porque a finales de ese mismo año comenzaron a planear en Canadá su nueva vida.
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