El revés judicial sobre su seguridad le sale muy caro al príncipe Harry
El hijo menor de Carlos III podría verse obligado a pagar las costas de los litigios legales que mantiene por su seguridad en suelo británico.
El revés judicial que ha recibido el príncipe Harry esta semana le podría salir bastante caro. El hijo menor de Carlos III insiste en que tiene derecho a solicitar al Ministerio del Interior que sufrague su protección policial gratuita a gran escala cuando visita Reino Unido. Algo que la justicia ya ha puesto en entredicho y que podría traducirse en una relevante suma de dinero. Para empezar, se le podría hacer responsable de las costas de la demanda del Tribunal Supremo, que ascenderían al medio millón de libras.
En un segundo frente, también se le podrían reclamar los gastos legales que el contribuyente británico ha tenido que sufragar en este asunto, que algunos medios como el Daily Mail cifran en unas 300.000 libras. El príncipe Harry habría recurrido las decisiones y estaría dilatando el pago de cualquier cantidad.
El príncipe Harry vive obsesionado con su seguridad
La seguridad personal es un tema casi obsesivo en la vida del príncipe Harry. Los sucesos acontecidos antes, durante y después del fallecimiento de su madre, la princesa Diana, relacionados con la presión mediática que vivió, condicionan este aspecto de su vida. Lo vimos hace un par de semanas, cuando él, su esposa Meghan Markle y su suegra fueron perseguidos por varios paparazzi en las calles de Nueva York. Un turbio suceso que no ha hecho más que aumentar sus miedos.
La revista Forbes estimaba justo al año de recalar en California, que la seguridad privada de la pareja durante las 24 horas del día en su residencia de Montecito podría costarle a la pareja entre los 2 y 3 millones de dólares al año. Sólo el tiempo que la pareja estuvo refugiada en Canadá, entre finales de 2019 y abril de 2020, su seguridad le costó unos 300.000 dólares al contribuyente canadiense. Cifras que reflejan que este asunto es muy probablemente el principal entuerto económico al que se enfrenta la pareja.
El príncipe Harry no se niega a sufragar el coste de los gastos policiales mientras él o su familia se encuentren en suelo británico. Pero exige, como miembro de la familia real, que sea la policía metropolitana la que se encargue de su seguridad. Algo que por ahora no tiene visos de conseguir.