Carlota Casiraghi es una de las royals más famosas y conocidas del mundo. Aunque no ostenta el título de princesa por petición de su madre, su belleza y elegancia la han convertido en el centro atención de la prensa y el pueblo que, en realidad, poco o nada conoce de ella.
Sin embargo, Carlota Casiraghi ha roto su hermetismo y discreción, concediendo una entrevista a la revista Town & Country. La hija de Carolina de Mónaco se sincera sobre la maternidad, la relación que tiene ella con su madre, y cómo vive ser una de las royals más admiradas.
Aunque podamos pensar que el día a día de un miembro de la realeza difiere mucho del nuestro, Carlota Casiraghi asegura que hace una vida muy similar a la de cualquier mortal. «Yo diría que mi día típico no es tan emocionante o diferente al de muchas mamás».
En el año 2013 Carlota Casiraghi dio a luz a Raphaël, su primer hijo fruto de su relación con el humorista Gad Elmaleh. Tras cuatro años de noviazgo la pareja se separó, y la royal empezó una relación con su actual marido, Dimitri Rassam. Con él tuvo al pequeño Balthazar en 2018, y tan solo un año después pasó por el altar para darse el «sí quiero».
En la entrevista Carlota Casiraghi se revela como una madre entregada al cuidado de sus hijos. Cuenta que le gusta jugar con ellos, que a ambos les encanta leer, pese a su corta edad, y que trata de controlar el tiempo que pasan delante de las pantalla, aunque les permite ver la televisión de vez en cuando.
Pese a ello, confiesa que para ella la maternidad no fue ni es algo sencillo y que cada día tiene sentimientos encontrados. «Es muy difícil resumirlo. Creo que todos los días tienen momentos difíciles y maravillosos. Todos los días hay momentos en los que te preocupas por tus hijos y puede ser agotador, y luego hay momentos en los que compartes tanto con ellos que ni siquiera cuestionas el hecho de que son lo más importante en la vida».
Una idea difusa de la maternidad, que también aplica a su propia relación con su madre, Carolina de Mónaco. La royal evita profundizar sobre cómo se lleva con su ella, aunque confiesa que la relación entre ambas es «compleja».
«Trato de guardar silencio sobre mi relación con mi madre y realmente no quiero revelar todo lo que sucede entre nosotras, pero sigue siendo ambivalente. Tienes la sensación de que incluso cuando tienes tus propios hijos, sigues luchando por encontrar tu propio espacio», revela.
Y es que la relación madre e hija siempre ha sido un asunto de interés mediático. Desde que es adolescente la prensa la ha perseguido allí donde ha ido, algo que Carlota asegura ha aprendido a sobrellevar y no prestar atención. «El hecho de que otras personas puedan estar interesadas en tu vida no es necesariamente algo de lo que debas estar orgulloso o abrumado, porque al final lo más importante es lo que construyes personalmente y para las personas que te rodean», cuenta.
«No puedes darle demasiada importancia a lo que otras personas piensan de ti, lo que significa que si voy a un restaurante y hay personas que me miran, de alguna manera, simplemente, no lo veo. No porque no sea consciente, es solo que es algo a lo que he decidido no dar importancia. De lo contrario, te asfixia».
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