Cada día que pasa el príncipe Andrés de Inglaterra se le van cerrando las puertas y las municiones se la van agotando. El hijo de la reina Isabel II no ha podido frenar el huracán Virginia Guiffre, una joven que lo ha denunciado por supuestos abusos sexuales. Su equipo legal busca cualquier arista del caso del magnate Jeffrey Epstein, en el que el Duque de York ha sido mas que señalado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, como persona de interés. Intentan evitar que continúen las pesquisas e investigaciones.
Lo último que ha hecho es atacar a su demandante acusándola de ser parte del organigrama de trata de menores del banquero que se suicidó. Se basan en que Virginia Giuffre presuntamente llevaba a sus amigas a conocer al mangante en la época que visitaba la mansión de Eiptein. “Giuffre era como la jefa de todas aquellas perras. Tenía como nueve o diez chicas que solía llevarle (a Epstein). Nunca me pareció que ella estuviese bajo presión o cautiva allí”, ha testificado en favor del príncipe Philip Guderyon, un exnovio de Giuffre.
Pero nada de esto parece que haya servido. Un juez federal de Nueva York ha dicho que el príncipe tendrá que enfrentarse a un juicio en 2022. Aunque la fecha exacta no ha sido revelada, lo cierto es que podría ser entre los meses de septiembre y diciembre de 2022. El juez federal Lewis Kaplan dijo durante una conferencia este miércoles que, debido a la pandemia, es difícil establecer una fecha exacta para el juicio. Entre otras cosas porque se deben acomodar a los jurados de manera segura.
Para este juicio, que será el mayor dolor de cabeza para La Corona inglesa, podría haber entre 16 y 24 testigos nombrados por ambas partes en el caso. Se espera que los abogados de Virginia Giuffre respondan a la moción del príncipe Andrés antes del 29 de noviembre. Los abogados del príncipe pueden responder antes del 13 de diciembre.
El culebrón mientras tanto sigue y las lluvias y tormentas acechan al padre de la princesa Beatriz de York, quien según las últimas informaciones podría ocupar el puesto que tenía su primo, el príncipe Harry en el Consejo de la Reina. El objetivo es poder representar a la Corona en algunos actos a los que su abuela no pueda ir. A pesar de ser la décima en la línea de sucesión, los anteriores en el escalón son menores de edad. ¡Dios Salve a la Reina!
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