Esto comen los bebés de la realeza británica

Efectivamente… los bebés de los miembros de las casas reales no comen como el resto de los bebés de los mortales, aunque lo parezca. De hecho, desde antes de que lleguen al mundo ya se controla la alimentación de la futura mamá. Todo es poco para buscar embarazos sanos que prevengan de posibles complicaciones en el futuro. De momento la leche materna sigue siendo el principal alimento cuando los bebés llegan al mundo.

En los últimos años hemos vivido un movimiento global para defender la leche materna como la mejor alimentación para los hijos, incluidos los de la realeza, durante los primeros dos años de vida. Sí, has leído bien, dos años. A día de hoy sabemos que la reina Isabel II amamantó al príncipe Carlos, mientras que la princesa Diana insistió en cuidar a William y a Harry ella misma. Kate Middleton también amamantó a sus tres hijos y se espera que Meghan Markle haga lo mismo.

100% saludables

Mientras amamantan a sus bebés, las madres reales también deben cuidar su dieta para que nada altere las propiedades de la leche que le están dando a sus hijos. Por supuesto, nada de beber alcohol ni ingerir comidas condimentadas con especias. Efectivamente, la leche sabe a la comida que toma la madre, por lo que se recomienda tomar una dieta «blanda» durante la lactancia. En el caso de la Familia Real Británica, una vez que los bebés ya empiezan a comer sólidos, se les introduce el puré de frutas y de verduras, que han sido recolectadas directamente del huerto que tiene la reina Isabel II en sus diferentes residencias.

Lo mismo sucede cuando a los pequeños se les empieza a dar carne y pescado. La carne para los purés también sale directamente de la ganadería real, que es 100 % orgánica y sostenible. Preguntados los chefs de palacio, reconocen que hay cocineros que están exclusivamente dedicados a los niños que nacen en la familia. De esto se deduce que no hay ninguna necesidad de que los niños coman comida empaquetada. Hasta el día de hoy, solo hay conocimiento gráfico del momento en que Camila aceptó una bolsa de ciruelas secas para sus nietos, los hijos de Guillermo y Kate.