Letizia y su maleta de ‘Mary Poppins’
Durante su viaje a Japón la reina eligió estilismos muy poco llamativos. Un contrapunto a lo que nos tiene acostumbrados
En sus últimas apariciones públicas antes de irse de viaje a Japón todo parecía indicar que el armario de doña Letizia se estaba renovando. Apenas hace unos meses la reina nos dejaba boquiabiertoscon un look de ‘inspiración Kardashian’ (sobre todo en el peinado) y enfundada en un ceñido Nina Ricci de manga largay por eso han sorprendido los trajes elegidos para su reciente visita al país del Sol Naciente. Como ejemplo sirve el vestido azul de noche de Varela que estrenó en el verano de 2015 y que recuerda a un traje de princesa de cuento, bastante cursi;y el aburrido atuendo con el que bajó del avión: falda negra, chaqueta bicolor (beige-negro) y complementos también negros.
Todos los detalles, por mínimos que sean, son muy valorados por los anfitriones nipones, así que Letizia añadió a un sobrio y sencillo vestido de terciopelo negro de manga francesa unos apliques de tela con motivos florales que recordaban a las utilizadas para hacer los kimonos tradicionales. Está claro que nuestra reina no quiso arriesgar ante unos anfitriones con tradiciones estrictas y milenarias.
Pese a ello, si comparamos sus elecciones de estilo con las del anterior viaje realizado en 2005 (entonces eran príncipes de Asturias), esta vez luce una imagen mucho más moderna. Hace 12 años sí que vimos a la monarca mucho clásica conestilismos bastante más sososque no incluían ni un solo adorno en las chaquetas que combinó con faldas al tono o pantalones de vestir.
En las últimas horas, otra reina, Rania de Jordaniatampoco ha acertado con su look. hablamos del que lució en su encuentro con la primera dama estadounidense, Melania Trump, que ganó el duelo de estilo con un vestido verde esmeralda de Hervé Pierre y stilettos de charol de uno de sus diseñadores favoritos, Louboutin. Rania, con bolso de mano de Louis Vuitton eligió un look oscuro, poco favorecedor. Sus esposos vistieron idénticos: traje azul marino, corbata roja y camisa blanca. De nuevo, detalles que buscan el agrado del anfitrión, el Sr. Trump. Sobran las palabras porque quien habla es la ropa.