(Foto: Instagram @detdanskekongehus)
La reina Margarita de Dinamarca escogió su tradicional discurso de Fin de Año para anunciar, por sorpresa, su decisión de abdicar en favor de su hijo, el príncipe Federico. Una decisión que se produce además en el momento más delicado para el heredero. Su popularidad atraviesa sus horas más bajas tras sus polémicas imágenes con Genoveva Casanova en Madrid.
El próximo 14 de enero cuando Federico y Mary Donaldson se proclamen Reyes de Dinamarca y el todavía príncipe pase a ostentar el nombre de Federico X. Todo en el mismo día en el que hace 52 años la soberana sucedió en el trono danés a su padre.
“Es el momento adecuado” ha expresado Margarita, de 83 años, reconociendo que los problemas de salud que ha sufrido en los últimos tiempos han pesado en su inesperada decisión. “El tiempo no pasa sin dejar huella en nadie, ni siquiera en mí. El tiempo desgasta, y los infortunios se acumulan. Ya no superamos las mismas cosas que solíamos hacer. En febrero de este año, me sometí a una extensa operación de espalda. Todo salió bien, pero la operación también dio lugar a reflexiones sobre el futuro, sobre si era el momento de pasar la responsabilidad a la siguiente generación” confesaba en su discurso
Margarita de Dinamarca agradeció “la abrumadora calidez y apoyo” que ha recibido a lo largo de los años por parte del pueblo danés. Pidió por ello para Federico y Mary “la misma confianza y afecto que yo he recibido”. “Ellos lo merecen” ha asegurado.
Horas después del sorprendente anuncio, la Familia Real Danesa reaparecía casi al completo en la tradicional cena de gala de Año Nuevo. Un acto en que la reina Margarita ha ofrecido en el Palacio Real de Amalienborg a los Cuerpos Oficiales, el Cuerpo Diplomático, las Fuerzas Armadas y la Agencia Danesa de Emergencias para brindar por el 2024.
Como no podía ser de otro modo, todas las miradas han estado puestas en Federico y Mary Donaldson. Son sus primeras imágenes juntos tras conocerse que en apenas dos semanas ascenderán al trono. En ellas se han dejado ver unidos y exultantes.
Deslumbrante, la futura Reina consorte de Dinamarca ha lucido un vestido de terciopelo burdeos con escote barco y cinturón joya marcando cintura. Ha llevado además una impresionante tiara floral de rubíes. Su marido, a su lado en todo momento, se ha mostrado mucho más sonriente que en sus últimas apariciones públicas.
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