La reina Isabel II ha tenido la fortuna de reunirse con algunos de sus familiares más cercanos durante el estricto confinamiento que está siguiendo en el Castillo de Windsor. El encuentro se produjo a última hora de la tarde del miércoles, cuando el príncipe William y Kate Middleton acudían a la residencia real tras concluir su breve gira en tren por varias localidades de Inglaterra, Escocia y Gales. A la cita también acudieron el príncipe Carlos y su esposa, al igual que los Condes de Wessex y la princesa Anna. Todos ellos posaron en la escalinata del palacio, sin mascarillas, pero guardando una prudente distancia social entre los grupos de convivientes.
En los exteriores de palacio no pudimos ver a Felipe de Edimburgo. El marido de la Reina Isabel II permanece junto a ella en la burbuja de seguridad que se ha establecido en Windsor para proteger del coronavirus a los miembros más longevos de la familia real. Su ausencia ha desatado numerosos comentarios en redes sociales, pero desde palacio han guardado prudencia. Tras la sesión oficial de fotos, los miembros de la Familia Real británica asistieron a una breve recepción en los jardines, con voluntarios locales. Se produjo bajo unas carpas y todos los asistentes usaron mascarilla y guardaron distancia de seguridad.
Los duques de Cambridge recorrieron algo más de 1.900 kilómetros para ofrecer su apoyo a la nación en estos momentos de pandemia. Junto a la reina Isabel II y el resto de familiares invitados, disfrutaron de los villancicos que un grupo de escolares prepararon para amenizar el encuentro. Fue la propia monarca la que conversó de forma individual con todos los invitados, trasladándose a los espacios donde estaban ubicados y así evitar grupos demasiado numerosos. Para la cita, Isabel II escogió una creación en rojo de Angela Kelly, compuesta por un abrigo y un sombrero a juego. En la solapa, un llamativo broche de diamantes y rubíes. Llevaba guantes, bolso y zapatos negros.
Kate Middleton apostó de nuevo por su modista de cabecera cuando el frío aparece y escogió un abrigo de Catherine Walker. Sus diseños son una de las debilidades de la duquesa, porque son atemporales, muy femeninos y a Kate le sientan como un guante. El abrigo es el mismo que usó en marzo pasado durante una gira por Irlanda, antes de iniciarse los confinamientos en Reino Unido. En color verde, destaca por su corte entallado en la cintura. La duquesa de Cambridge completó su atuendo con unas botas, guantes y bolso de mano en color negro.
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