Kate Middleton pierde la esperanza en una reconciliación con Harry y Meghan
La duquesa de Cambridge mantuvo la esperanza de una reconciliación con Harry y Meghan hasta la publicación de las memorias del hijo menor de Carlos III.
Kate Middleton fue la principal defensora del príncipe Harry y Meghan Markle en los momentos más delicados de la pareja en Buckingham. Pero su voluntad para la reconciliación se acabó tras el funeral de Felipe de Edimburgo. Así lo confirma la que fuera experta real de la BBC, Katie Nicholl, en una entrevista a la revista británica OK!.
Esta afirma que tras hacer lo máximo para mediar entre los hermanos, la princesa de Gales no quiso insistir en una reconciliación en la que siempre tuvo esperanzas.
Kate dejó de creer en una reconciliación con Harry y Meghan
Cuenta Nicholl que incluso en los peores momentos tras conocerse la voluntad de la pareja de abandonar sus funciones en la familia real, Kate medió en las disputas que surgieron entre su esposo y Harry.
«Cuando vienes de una familia feliz y unida, como la de Kate, es increíblemente difícil entender cómo la gente puede distanciarse», dijo Katie Nicholl. Esos principios se mantuvieron hasta el funeral del abuelo de ambos hermanos. Todos vimos a Kate Middleton hablar con el príncipe Harry al término del servicio religioso y animar a su esposo a compartir un diálogo cordial.
Los trapos sucios se lavan en casa
Pero la periodista asegura que todo acabó esa misma tarde, cuando los príncipes Harry y William se enzarzaron en una agria discusión. Tras ello, a Kate Middleton no le quedó otra opción que resignarse y tirar la toalla.
Algo que acabó confirmando tras leer los ofensivos comentarios que Harry le dedicó en sus explosivas memorias. Este rompió entonces una regla básica de la confianza familiar como es la de no airear asuntos personales en público sin antes tratarlos con los implicados. Así las cosas, no es llamativo que en su última visita a Europa, el príncipe Harry solo se citara con sus primas, las únicas personas con las que aún mantiene una buena relación dentro de la familia real.