En Buckingham respiran aliviados este viernes. Incluso es probable que los que pensaban que la salida de los duques de Sussex de la institución fue lo mejor que les podía haber pasado en años, sean ya una legión. Porque anoche, junto a su amiga Ellen DeGeneres, Meghan Markle sacó esa personalidad que llevaba oculta públicamente desde que se casó con el segundo hijo de Diana de Gales allá por la primavera de 2018.
En su primera entrevista sola desde entonces, lejos de Harry, Meghan dejó de lado las polémicas, las secuelas psicológicas y los malos rollos para dejarse llevar en prime time al mundo del entretenimiento. Aquel que, por otra parte, la hizo famosa, le dio de comer y que a buen seguro estaría dispuesta a regresar si consigue limpiar su imagen de los restos del Megxit.
Anoche en The Ellen Show le siguió el juego a su vecina de Montecito durante toda la entrevista. E incluso se dejó seducir por una broma en plena calle, grabada con anterioridad, en la que pudimos ver a Meghan haciendo probablemente lo que nunca podría haber hecho siendo miembro de la familia real británica. Acompañada por una productora del programa, la esposa del príncipe Harry se acercó a unos puestos ambulantes, mientras la presentadora le proporcionaba desde plató ciertas instrucciones que debía realizar.
«Ella es la Duquesa de Sussex, sólo quiere que la traten como una persona normal», dijo la productora a los vendedores antes de que comenzara el show. Meghan Markle no dudó en hacer sentadillas, beber leche de un biberón, cantar una canción de gatitos, bailar o probar variedades de salsa picante. Todo un despliegue de argumentos para soltar de un plumazo el enorme peso del protocolo que la abruma desde hace años. Una terapia que a buen seguro le ha venido de perlas.
La Duquesa de Sussex hizo su aparición en el programa de entrevistas de Ellen DeGeneres con una elegante blusa de Oscar de la Renta. Pero en el fragmento grabado en los exteriores del plató la pudimos ver con una falda midi de seda rosa fuerte y una blusa a juego de Stella McCartney. El ligero abrigo blanca es de Anine Bing, y recuerda mucho al que usó cuando ella y Harry anunciaron la noticia de su compromiso.
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