Charlène de Mónaco habla por primera vez de la enfermedad que la mantuvo apartada de la vida pública el año pasado. La princesa ha concedido una nueva entrevista en la que se ha sincerado sobre los problemas de salud que vivió y hablado de sus planes de futuro. Ya totalmente recuperada e incorporada a su vida en el Principado, Charlène se centra en el cuidado de sus hijos y defiende su matrimonio con el príncipe Alberto, tras meses de rumores.
Tras vivir un año complicado por sus problemas de salud, Charlène de Mónaco se ha reincorporado a la vida pública del Principado, pero no olvida los momentos más difíciles que ha vivido en los últimos 15 meses.
«Pasé por un momento difícil, pero tuve la suerte de ser apoyada y querida por mi esposo, mis hijos y mi familia, de quienes saco todas mis fuerzas», ha contado en la revista sudafricana News 24. «Me siento mucho más fuerte físicamente. El camino ha sido largo, difícil y doloroso. No quiero ir muy rápido, pero hoy me siento más tranquila».
Fue en marzo de 2021 cuando Charlène viajó a Sudáfrica a un acto de conservación de rinocerontes y le diagnosticaron una infección otorrinolaringológica, que la impidió coger un avión de vuelta al Principado. Tras tres operaciones y más de seis meses en su país de origen, la princesa lograba regresar a Mónaco, pero decidía apartarse de la vida pública e ingresar en un centro en Suiza para terminar su recuperación.
Ahora, ya curada de sus dolencias, Charlène vuelve a su vida y se centra en el cuidado de sus hijos. «Mi vida diaria gira en torno a mis hijos. Este verano han estado muy ocupados con sus actividades, como la vela, sus cursos sobre el medio marino, así como su primera toma de contacto con el buceo y el salvamento marítimo», ha contado.
«Mi año está lleno y estructurado. Estoy totalmente entregada a mis proyectos personales presentes y futuros, pero también a las necesidades de mis hijos y lo seguiré haciendo por el momento».
En la entrevista Charlène también ha querido hablar de su visita al Papa en el Vaticano, una cita que para ella ha sido muy importante pues es una fiel seguidora de la fe cristiana. «Soy profundamente cristiana y fue un honor y un privilegio encontrarnos. Mi esposo y yo compartimos un momento solemne y emotivo. La fe me ha guiado en momentos difíciles de mi vida».
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