Álex Barahona: “Hay que estar un poco loco para subirse a un escenario”
Tiene cara de niño bueno y, los que le conocen bien, aseguran que es un tipo estupendo. Encuentra en el riesgo ese estímulo que necesita para convertir la interpretación en su adrenalina profesional y de vida. Álex Barahona es rostro recurrente en series importantes, pero le emociona la exclusividad que significa el teatro, donde cada día es diferente. Estrena “Tarántula”, al lado de Armando del Río y Laia Alemany. El mes de julio en Madrid y, luego, gira española…
The Luxonomist: ¿Qué te da la interpretación que no encuentras en otra actividad de la vida?
Álex Barahona: Riesgo. Salto al vacío, a veces con red y otras sin ella.
TL: ¿Qué tiene el teatro para ser tan adictivo?
Álex Barahona: El público siendo testigo de algo que no va a volver a repetirse.
TL: En “Tarántula” das vida a un ladrón. ¿Se puede llegar a empatizar con él?
Álex Barahona: Antes de ladrón es un superviviente. Las reglas del juego no son iguales para todos. Y cada uno hace lo que puede. Espero que, en eso, el público se vea reconocido.
TL: ¿Qué habilidades debe tener un ladrón que se precie?
Álex Barahona: Pues seguro que muchas de las que no tiene mi personaje Nico. Él es de sangre caliente y creo que para ser un buen ladrón hay que tener nervios de acero.
TL: ¿El que roba a un ladrón merece cien años de perdón?
Álex Barahona: A lo mejor cien años de perdón son muchos, pero si hay que robar a alguien, mejor que sea a un ladrón.
“Para ser un buen ladrón hay que tener nervios de acero”
TL: Dicen que sobre el escenario es donde se ven los buenos actores…
AB: No sé si a los buenos, pero para subirse a las tablas hay que estar un poco loco. Creo que hay actores y actrices maravillosos que no han pisado un escenario.
TL: ¿Qué hay del Álex de “Los Serrano” en el actor de hoy?
AB: Ayúdame a encontrarle, ha pasado tanto tiempo. Creo que nada y me da pena, me gustaría conservar la ingenuidad de aquel chaval.
TL: Con una trayectoria larga y de peso, ¿crees que ocupas el lugar merecido?
AB: Tengo trabajo y por eso doy gracias todos los días. Pero también me gustaría poder aspirar a más proyectos.
TL: ¿Te imaginas haciendo otra cosa?
AB: Cada vez que lo hago me da yuyu.
TL: ¿Lo mejor que se te da hacer?
AB: Cuidar, acompañar.
TL: ¿Quién ha marcado realmente tu vida?
AB: Mis hijos.
“Me gustaría conservar la ingenuidad de aquel chaval de ‘Los Serrano’”
TL: ¿Qué te pone de buen humor?
AB: Dos horas en el gimnasio.
TL: Esa canción con la que, cuando la escuchas, se te mueven los pies sin remisión.
AB: You never can tell de Chuck Berry.
TL: ¿En qué eras brillante en el colegio?
AB: Jajajajaja.
TL: Esa obra de arte que te gustaría tener expuesta en casa.
AB: ¿Crees que el techo de la Capilla Sixtina cabría en un piso del sur de Madrid?
TL: ¿Un talento que se te resiste por mucho que lo intentes?
AB: Tocar algún instrumento, cantar…
TL: ¿Eres de una mentira piadosa a tiempo?
AB: Intento no mentir. Intento.
«Sigo con interés a Juan José Ballesta, me flipa»
TL: ¿Cuál es la compañía perfecta para irte de fiesta?
AB: Los compañeros/as en una gira de teatro.
TL: ¿Esa palabra que nunca regateas y más usas?
AB: Flipo.
TL: ¿Qué ves cuando te miras al espejo?
AB: A alguien que debería saber de qué va esto y sigue sin tener ni idea.
TL: ¿Ese bien que más valoras?
AB: Salud. Palabra de hipocondríaco.
TL: ¿Qué llevas siempre en los bolsillos?
AB: Tickets que no valen para nada.
TL: ¿La enseñanza que nos deja vivir en pareja?
AB: Hoy por ti mañana por mí.
«La primera vez que probé las migas fue inolvidable»
TL: ¿Tu mayor decepción?
AB: Seguro que muchas, pero ahora me cuesta leer las noticias. La información, la política…
TL: ¿A quién sigues con interés en las redes sociales?
AB: Juan José Ballesta. Me flipa.
TL: ¿Hay alguna situación en la vida en la que, por algo, te pones pesado?
AB: No tolero las excusas cuando se trata de que quedemos todos los buenos amigos.
TL: Una película en la que te gustaría quedarte a vivir.
AB: Alguna de Richard Linklater, Boyhood.
TL: Esa experiencia gastronómica inolvidable…
AB: La primera vez que probé las migas.
TL: La pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder.
AB: No me atrevería nunca a ponerle un pero a este cuestionario. Gracias.