Custo conquista Nueva York

Más creatividad, más poder y más riqueza. Así se ha presentado la nueva colección de Custo Barcelona en la pasarela de la New York Fashion Week. “Más es la clave y la respuesta a todas las preguntas”, dicen desde la marca para definir las piezas de la próxima primavera-verano 2017.

Y es que bajo el lema ‘Way More’, Custo Barcelona ha recuperado la abundancia de materiales para combinarlos y volver a crear la excepcionalidad: “Queremos mandar un mensaje final de sofistificación y refinamiento pero a través de la creatividad que supone trabajar las piezas con mucho detalle y mucha riqueza”, dice el diseñador.

Lentejuelas en base de seda, apliques metálicos en forma de patch multicolor o transparencias infinitas para tocar los cinco sentidos como pocas veces se ha conseguido y repartirlos entre minivestidos de cintura marcada, sudaderas con mezcla de guipur y tejidos calados, además de unas chaquetas boomber que causaron sensación por su absoluta creatividad y originalidad. La paleta de colores fue otra de las genialidades del maestro catalán, que jugó con el rosa chicle y malva, oro viejo y rosa pétalo, además del blanco óptico con los terracotas.

Nadie esperaba menos de Custo Dalmau y los aplausos retumbaron en el Pier 59 de Manhattan. Entre ellos, los de decenas de medios de comunicación y por supuesto los de amigos del diseñador, como su colega Ágatha Ruiz de la Prada y su hija, Cosima Ramírez.

Eso sí, buena parte de las miradas las acapararon las hijas del diseñador, Carlota y Montana Dalmau. Con 23 años de edad, Carlota repetía en lo alto de la pasarela, algo que no ocurría con su hermana, quien a sus 15 años debutaba en uno de los escenarios más importantes del mundo.

De esta manera, el 11 de septiembre volvió a convertirse en imborrable para Custo. Y es que en el año 2001, él fue uno de los presentes en la Gran Manzana durante los ataques terroristas contra las Torres Gemelas: “Ese día también teníamos que desfilar a las nueve de la noche. El día se parecía al de hoy, muy soleado, mucho calor y obviamente muy caótico”, recuerda Custo para después reflexionar sobre los cambios en la pasarela quince años después.

“En aquel momento Nueva York era una pasarela que no competía de tu a tu con Milán, o con París, estaba creciendo. Hoy en día, Milán, París y Nueva York son las grandes pasarelas y a nivel cuantitativo, Nueva York ya supera a Milán y París”, dice Dalmau tras cumplir el pasado mes de febrero su 20 aniversario desfilando en la pasarela neoyorquina.