La Magia del Cine

¡Cuantas veces habeis oído eso de «la antesala de los Oscar»!. Siempre dicen que los Globos de Oro, que la prensa extranjera ha concedido la pasada madrugada (hora española) en el hotel Beverly Hilton de LA, son el termómetro más indicativo de lo que puede ocurrir cuando se entreguen los premios de la Academia por excelencia. Yo, sin embargo, no estoy del todo de acuerdo en que sean «esa antesala» que todos dicen. Y me explico…

Cuando vamos a los festivales de cine y nos presentan las películas del año (para competir en los Oscar tienen que estar estrenadas en cines comerciales antes del 31 de diciembre del año en curso), los pases de prensa son muy significativos de lo que puede ser el futuro de esa producción o de los actores protagonistas. Recuerdo, sin ir más lejos, cuando se presentó en Cannes ‘Vicky Cristina Barcelona’, la interpretación de Penélope Cruz presagiaba todo tipo de premios.

La reacción de la crítica especializada así lo indicó y no se equivocaron. Aunque algunos escépticos apuntaban que era imposible que fuese nominada por segundo año consecutivo (el anterior lo había sido por ‘Volver’, donde competir en la misma categoría con Helen Mirren y su interpretación en ‘The Queen’ le restó todo tipo de opciones), la realidad es que tuvo su nominación y su primer Oscar.

Los Globos de Oro son muy indicativos, pero también lo son los People Choice y esas opiniones de la crítica de las que os he hablado. Cuando llegan estos eventos, los talleres de la Haute Couture internacional se revolucionan. Posicionar sus diseños en actrices nominadas o presentes en la alfombra roja, es algo prioritario. Los diseñadores tienen línea directa con las protagonistas y, entre ellos, deciden “el factor sorpresa” de la gran noche.

No todos son aciertos y el hecho de lucir un diseño de alta costura, caro y elitista, no significa que aciertes en la elección. No hay más que ver el Chanel lucido por la embarazada Keyra Knightley, el Michael Kors bicolor de Kerry Washington, la protagonista de ‘Scandal’ o el Alexander McQueen de Salma Hayek, por citar algunos fallos.

Muchos escotes arriesgados (Jennifer López con un espectacular diseño de Zuhair Murad o el Versace blanco de Kate Hudson), el color rojo como el más solicitado y unas cuantas parejas bien avenidas, que quedaron eclipsadas por el matrimonio Clooney que, tras su carnavalesca boda veneciana, aparecía por vez primera en una alfombra roja. Él de Armani, ella de Dior negro con guantes blancos al más estilo Hilda. El actor recibió el premio Cecil B.de Mille a toda una vida profesional. En los agradecimientos rozó la cursilería, al focalizar sus palabras en su recién estrenada esposa.

Premios muy repartidos, aunque los fuertes se los llevaron a sus vitrinas la gente de ‘Boyhood’. La prensa extranjera consideró que Eddie Redmayne ha sido el mejor actor por su interpretación de Stephen Hawking en ‘La teoría del todo’ y Julianne Moore por ‘Siempre Alice’.

En los Globos de Oro se premian los trabajos en cine y televisión. Es una gala menos protocolaria que los Oscar pero, no por ello, menos glamourosa. Es ágil, divertida y espontánea. Los invitados se reúnen alrededor de una mesa, en la que se sirve cena y champagne francés. Presenciar «in situ» y vivir esa ceremonia, en todo su esplendor, es un ritual que los amantes del cine deberían probar alguna vez. Sin ningún tipo de pudor ¡¡me reconozco adicta!! Comienza la cuenta atrás para la otra gran cita del cine.