Siendo la alfombra roja de los Fashion Awards era de esperar que Rihanna sacara la artillería pesada de su armario. Las plumas, el color azul y un sombrero de ala XL fueron los protagonistas de un look en el que, sin embargo, no había pantalones. Un conjunto atrevido, diferente y avalado por los miles de euros que cuestan las exclusivas joyas con las que lo combinó.
Fue la última en llegar a la alfombra roja de los Fashion Awards y dejó claro que la espera había merecido la pena. La cantante apareció del brazo de A$AP Rocky, que recibió un premio en la gala, y posó como solo una diva sabe hacer.
Rihanna escogió para la ocasión un atrevido minivestido de color negro, con escote corazón, del que partía una especie de cola de encaje con brillantes que le llegaba por la rodilla. Un diseño que pertenece a la colección de otoño/invierno 2002 de Christian Lacroix, y que combinó con un abrigo de peluche, también del diseñador.
Hablamos de una especie de estola/abrigo con una manga corta y otra larga, con un pronunciado escote en pico, corte asimétrico y un solo botón, confeccionado con plumas de un potente color azul. Éste iba a conjunto con el sombrero de ala XL que lució a modo de tocado y que firma también Christian Lacroix.
El curioso largo de este abrigo ocultaba casi por completo el vestido de la cantante, por lo que parecía que iba medio desnuda, sin pantalones ni falda, y luciendo únicamente unas finas medias de color negro.
Rihanna combinó el look con unos salones joya de Saint Laurent. Unos altísimos tacones destalonados, atados al tobillo y confeccionados en satén, que al atarlos muestran en el empeine una brillante piedra de forma cuadrada. Están disponibles en la web de la firma por 1.250 euros.
Aunque, sin duda, lo más valioso del estilismo de Rihanna son las joyas. La cantante decidió aderezar su look con dos collares de brillantes, uno a modo de gargantilla, y otro más largo.
Este segundo es el collar de flores silvestres le jardín de la firma de joyas David Morris. Se trata de un collar de tres hileras en las que se reparten un total de 17 diamantes engastados en una cadena de oro blanco de 18 quilates. Una espectacular joya cuyo precio asciende a 130.148 euros.
Como suele ser ya habitual en ella, añadió al look varios ear cuff. En concreto, el modelo Wave de la firma Ailes Jewelry, que combinó con otros dos pendientes de brillantes.
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