Una noche perfecta

Como viene siendo habitual en los últimos años, la Fundación del doctor Ivan Mañero y la ONG AMIC han celebrado su cena benéfica donde se recaudaron 23.500€ para los proyectos sanitarios que desarrollan conjuntamente en Guinea Bissau. Casi 400 personas se dieron cita en el Qgat Restaurant & Events. Un año más tuve la suerte, no solo de formar parte del equipo de la fundación para la organización, sino también la de repetir una año más como presentadora. Y, como ya dije en algunas de mis redes, es una de las noches en las que no hace falta guión, porque todo sale del corazón.

Conocí al Dr. Iván Mañero casualmente en un programa de televisión hace ya 7 años y a las pocas semanas acudí invitada a su primera cena benéfica. Quedé enganchada totalmente a su fundación. Y es que nadie queda inmune, ni indiferente, cuando se escucha al doctor o a su hermana, Ruth Mañero, directora de la fundación y de sus proyectos, hablar de las historias, de sus vivencias y experiencias en Guinea Bissau; sobre los niños, sus necesidades, sus anécdotas, la escuela, el hospital…

Durante la cena, conocimos la necesidad de este proyecto sanitario porque lo que aquí tiene cura con un simple medicamento, allá en demasiadas ocasiones supone la muerte; como un simple constipado o una infección. De ahí que los lemas de la noche fueran: #InyecciónDeVida #CuestionDeVida. Guinea Bissau es uno de los países con el índice de mortalidad infantil más alto del mundo. Como cada año, Ruth pasó cuentas de todo lo que se había logrado gracias a las aportaciones de la cena del año anterior y habló de los objetivos de la de esta.

Beliana, Assiatu y Kadre fueron los tres pequeños que conocimos a través de la pantalla y de la mano del doctor. Se nos encogía el corazón al ver y escuchar sus terribles historias. Pero nos reconfortó verles sonreír y correr de nuevo, dando esquinazo al terrible final al que estaban predestinados.

Gracias a esta convocatoria, se consiguió recaudar el dinero necesario para que la Fundación del Dr. Ivan Mañero, en colaboración con la ONG Amic, pongan en marcha diferentes acciones como la creación de un segundo quirófano, la dotación de material en el Centro Médico Emanuel, la ampliación del puesto de Salud de Biombo o la formación en la prevención de riesgos y salubridad de los hogares entre otras muchas tareas.

Vicky Martín Berrocal aceptó ser la madrina de honor este año, con muchas ganas de comprometerse y tan maravillosa como siempre. Para Lara Dibildos era su segundo año consecutivo y no se lo quiso perder. Acudió con Pablo Maques. Generoso y encantador, tengo que decir, Pablo levantó pasiones. Mireia Canalda y Felipe López, que parecen tener planes de boda, también nos acompañaron un año más; al igual que Gisela, que llegaba casi recién bajada del escenario del Palau Sant Jordi con OT y con su pareja José Angel Ortega. Y se estrenaba Carla Lladó entre las invitadas. Actriz, reportera y cabeza pensante (como dice ella), embarazada de 5 meses pero…¡quién lo diría!

Mar Flores no pudo confirmar hasta el último momento su asistencia. Pero allá se presentó sorprendiéndonos a todos prácticamente recién aterrizada de Nueva York. Ella está vinculada a la Fundación y muy comprometida desde que fuera la madrina del proyecto Alimentando Sonrisas en 2014. Gracias a todas por acudir a la llamada, por la parte que me toca, queridas amigas y compañeras.

Beth puso música a nuestras emociones, que ya estaban a flor de piel, con sus dos temas «Imagine» y «Your Song».
Del mundo del deporte, un año más, no  falló Javi López del RCD Español con su mujer, Alicia. Desde hace años ya, comprometidos con esta Fundación.

Y Diego López, jugador también del Español, que asistió con su mujer Iria Otero y que sé de buena mano (¿por qué será?) que cambiaron sus planes de cena romántica para celebrar el cumpleaños del guardameta, por venir a conocer los proyectos de la Fundación y la ONG. Marcel Granollers, número 36 del mundo en el ranking de la ATP, que dejó un torneo en Tarragona por unas horas para no faltar a esta cita solidaria. Gracias a los cinco.

Y gracias, como no, a los casi 400 asistentes que hicieron posible el éxito de esta velada. El año que viene, más y mejor.