Carlos Santos: “Adoro la música y tengo cierto espíritu de Peter Pan”
Alguien le dijo un día que él era su hobby. Y, aunque Carlos Santos sigue dándole vueltas al misterio de ese calificativo, cuando le conoces puedes llegar a entender que es bueno hacerle un hueco a tu lado. Es noble, divertido, con un talento en constante evolución y de los que reconoce sus defectos. Nos une nuestra pasión por Spielberg y Kenneth Branagh y, aunque competimos por demostrar cuál de nuestros ET es más bonito, me encanta tenerle cerca. Estrena “El test”, al lado de Blanca Suárez, Alberto San Juan y Miren Ibarguren. Rueda la nueva película de Paco Arango, “Mi otro Jon”, y le espera el estreno de “Últimas voluntades”. De sus conciertos de música ya ni hablamos. Lo suyo no tiene fin…
The Luxonomist: ¿Qué te da la interpretación que no encuentras en otra actividad de la vida?
Carlos Santos: La locura que supone dedicarse a esto creo que me permite mantener cierta (escasa) cordura en las demás facetas de mi vida…
TL: ¿”Más vale pájaro en mano, que ciento volando”?
Carlos Santos: Depende de qué estemos hablando, pero creo que el aquí y ahora es lo único que podemos garantizar. Mañana aún no ha llegado y no sabemos si llegará.
TL: La pregunta del millón… y nunca más apropiada. ¿100 mil € ahora o 1 millón dentro de diez años?
Carlos Santos: 100.000 ahora, sin ningún género de duda. Creo que el 99,99% del planeta (no solo nuestro privilegiado “primer mundo”), lo tendría también bastante claro.
TL: ¿Tu personaje, Héctor, y tú… ¿podríais ser amigos?
Carlos Santos: Seguro. Adora la música, tiene cierto espíritu (que no síndrome) de Peter Pan, y sigue intentando perseguir sus sueños…
“Los defectos son complementos indispensables de las virtudes”
TL: ¿Es fácil empatizar con él?
CS: Creo que Héctor es el que tiene un perfil más reconocible para el espectador y menos diferente a él. Casi todos tenemos un amigo como Héctor… e igual de egoísta e inconscientemente manipulador con tal de salirse con la suya.
TL: Lo que empieza siendo un juego se convierte en una trampa. ¿Sale lo peor de nosotros mismos cuando el dinero entra en escena?
CS: En muchas ocasiones, sí. Sobre todo en aquellas personas que le dan más importancia al dinero y a lo material. Te voy a contar un secreto: a día de hoy tengo mucho más dinero prestado del que figura en mi cuenta… Me cuesta horrores saber que alguien cercano lo está pasando mal y no echarle un cable, sobre todo porque yo también he estado ahí. Pero sin duda, esto suele acarrear más de un problema y más de un distanciamiento.
TL: Carlos Santos ¿prefiere un amigo como Toni o se entendería mejor con Héctor?
CS: En mi vida me entiendo con personas muy diferentes entre sí. Solo hay un requisito: ser buena gente. Y vasco/a. ¿Por qué tengo tantos amigos de allí? ¿¿Alguna idea, Íñigo??
TL: ¿Un recuerdo recurrente cuando miras atrás?
CS: Los veranos en el tan obscenamente arruinado Mar Menor.
TL: ¿Existe una receta para la felicidad?
CS: Si tienes la cabeza girada hacia atrás o vives permanentemente con los prismáticos oteando el horizonte. Es probable que no te estés dando cuenta de que, efectivamente, aquí y ahora, eres feliz.
TL: ¿Solo el amor se permite una gran locura?
CS: He hecho muchas locuras por The Cure… Pero, claro, es verdad… ¡los amo!
“Me cuesta saber que alguien cercano lo está pasando mal y no echarle un cable”
TL: El rasgo de tu personalidad que no querrías que heredase nadie.
CS: La lista sería enorme. Aun así, creo que los defectos son complementos indispensables de las virtudes… Y por decirte uno, cierta tendencia a la pereza y la vagancia.
TL: ¿Algún vicio es sano?
CS: Supongo que ciertos excesos, de vez en cuando, son esa vía de escape emocional que todos necesitamos. Lo inmaculado me da bastante terror, la mancha debe andar por ahí y puede aflorar en el momento más inesperado.
TL: Un placer prohibido que te permites.
CS: ¡Aquí te lo voy a decir, claro!
TL: Un don que la naturaleza te ha negado.
CS: ¡Bailar! Salvo con dos gin tónics, por supuesto…
TL: Esa pregunta incómoda que siempre te hacen.
CS: Cuando estoy en Murcia, mi tierra, y me preguntan que qué hago allí. ¿Pero no lo ves?¡Estoy esperando que el semáforo se ponga en verde!
TL: ¿Qué te intimida hasta el punto de sacarte los colores?
CS: Puedo comportarme como un idiota delante de alguien a quien admire mucho. Como todo el mundo, vaya.
“Si vives mirando atrás no te darás cuenta de que aquí y ahora eres feliz”
TL: ¿Un lema vital que lleves por bandera?
CS: “Nada de lo humano me es ajeno”
TL: Ese lugar en el que te encontraría si decidieras perderte.
CS: Mira el móvil, te acabo de mandar la ubicación.
TL: ¿Y esa crítica que, por ser verdad, más te ha dolido?
CS: “Eras demasiado bello para encarnar ese personaje.” ¿Por qué un fontanero no puede tener estas hechuras? Busca en el cine X…
TL: Un propósito que nunca cumples.
CS: Mañana ordeno mi ropa del armario. Me lo propuse en Navidad y nada. (En Navidad de 1987, para ser exactos…).
TL: Un miedo que no sepas superar.
CS: A la muerte. No hablo de la mía.
TL: ¿Eres de ahorrar o de disfrutar el momento?
CS: Si has llegado hasta aquí en el cuestionario, ya lo sabes, querido/a lector/a.
“Puedo comportarme como un idiota delante de alguien a quien admiro”
TL: ¿Qué te sorprende de la vida?
CS: Soy bastante impresionable, así que en general, el mero hecho de existir, de estar vivos, ya me sorprende bastante…
TL: ¿Te dejarías cortar la mano antes de decirme…?
CS: Que en realidad he venido del futuro y no sé cómo volver a mi tiempo. ¿De dónde saco 1’21 gigavatios para el condensador de fluzo?
TL: ¿Qué virtud envidias?
CS: Envidiar una virtud que uno no posee no parece el mejor modo de ser feliz. Admiro muchísimas cosas en amigos y en familia, y me gusta que las tengan para yo poder seguir admirándolas.
TL: ¿Cuál es la mejor forma de dejar huella?
CS: Ya lo dijo Alejandro Sanz: pisando fuerte.
TL: ¿El calificativo que más te incomoda?
CS: Dentro de la profesión, “generoso/a” (debería darse por sentado), y en la vida, alguien me dijo una vez que yo era su hobby. Sigo dándole vueltas a todos los misterios que aquel calificativo encerraba…
TL: ¿Qué caprichos te permites?
CS: Demasiados. ¿Has visto mi Han Solo en carbonita y mi E.T. a escala 1/1? Además, ha aparecido un tipejo en mi vida, Kromic Bruck se hace llamar, que es como Al Pacino en ‘Pactar con el diablo’. ¡No para de tentarme con más y más caprichos tontos! Y ya sabes, la carne es débil…
“He hecho locuras por The Cure. Los amo”
TL: Una pesadilla que no olvidas…
CS: No tendría ni 5 años y debí quedarme dormido mirando hacia la ventana. Por ahí se colaron toda clase de alienígenas cabrones y, cuando trataba de huir y buscar a mis padres, estos se convertían en otros alienígenas aún más cabrones que los primeros. Terrorífico.
TL: ¿Una extravagancia que no piensas reprimir?
CS: No considero una extravagancia dejar las entrevistas y/o cuestionarios para el clon que Elon Musk me regaló por mis recién cumplidos 45.
TL: ¿Qué le agradeces y reprochas a tu físico?
CS: Para mi madre soy el “lucero del alba” tal cual me horneó, así que… ¿Siguiente?
TL: Tres calificativos que sinteticen tu pareja ideal.
CS: Solo necesito estar al lado de alguien a quien admirar por algún motivo y, afortunadamente, tengo alguien a quien admirar por muchos. (Ella no es tan afortunada como yo, he de aclarar…)
TL: ¿Un truco infalible para conquistar?
CS: Pregúntale a Julio César, Napoleón… yo, ni idea. Aunque también te digo que perdieron lo conquistado. Si lo hubieran intentado con un poquito de buen rollo, unas risas, algo de interés y respeto por los usos y costumbres de la zona… ¿quién sabe?
TL: La prenda que no falta en tu maleta cuando sales de viaje.
CS: No es una prenda, pero SIEMPRE viaja conmigo un altavoz portátil. La música, Amalia… Ay, la música…
TL: Sé que han sido muchas pero, ¿hay una pregunta que no te he hecho y te habría gustado responder?
CS: No he apreciado ningún tipo de interés por la graduación de mis gafas. En fin…¡periodistas!