La casa donde murió Marilyn Monroe podría ser derribada
El nuevo propietario de la casa donde murió Marilyn Monroe gestiona el derribo de la histórica vivienda.
La única casa en propiedad de Marilyn Monroe en Hollywood podría tener los días contados. La significativa vivienda, en la que además fue encontrado el cuerpo sin vida de la actriz el 4 de agosto de 1962, podría ser demolida en los próximos meses.
La casa estuvo un tiempo en venta hasta que un comprador, cuya identidad no ha sido revelada, pagó algo más de 8 millones de dólares en efectivo por ella. Según ha revelado The Post él mismo habría registrado los permisos para su demolición.
La vivienda está muy cerca de Santa Mónica, en una coqueta urbanización junto al Bulevar San Vicente. La residencia fue construida hace casi cien años, pero su estado de conservación es muy bueno.
Marilyn Monroe adquirió esta casa seis meses antes de fallecer
Su actual dueño estaría dispuesto a transformarla y tirarla abajo total o parcialmente. La casa tiene una sola planta que ocupa unos 270 metros cuadrados en diferentes estancias. Los permisos ya habrían recibido a principios de mes la luz verde por el Departamento de Construcción y Seguridad de Los Ángeles. Aunque el permiso formal para su demolición aún estaría pendiente.
La casa tiene cuatro dormitorios y tres baños. Pero es quizá su valor arquitectónico lo que podría salvarla de la piqueta. En su interior conserva buena parte de los techos originales con los que se construían este tipo de viviendas a finales de los años 20 del pasado siglo. De estilo español, sus baldosas de terracota también son dignas de conservar.
La vivienda ha sido reformada anteriormente
En el exterior hay un extenso jardín, una piscina y hasta un huerto con frutales. Pero bien es cierto que la casa dista mucho de los espacios que habitó Marilyn Monroe durante solo seis meses. Porque la actriz la compró en febrero de 1962 por unos 77.500 dólares. Ajustando la inflación, serían unos 800.000 actuales. Marilyn falleció por una sobredosis de barbitúricos a la edad de 36 años.
Tras su muerte, la propiedad desató gran interés y tras una lucha de pujas fue adquirida por una familia de origen hispano. En 1997 fue subastada y volvió a cambiar de dueño en 2017. Su precio de venta eran 350.000 dólares y su dueño anterior acabó pagando 7,25 millones.
Todos ellos emprendieron amplias reformas que afectaron incluso a la habitación donde murió la actriz. Lo que no se cambió es el escudo de armas que se encuentra a la entrada de la casa. En él puede leerse «Cursum Perficio» («Mi viaje termina aquí» en latín).