Un hogar siempre tiene que estar hecho a nuestra medida, o, al menos, con los alicientes necesarios para que podamos vivir lo mejor posible conforme a nuestra realidad. Es por eso que los famosos necesitan un hogar lejos del mundo mediático que los engulle a diario. Leonardo DiCaprio, actor prolijo y mediático donde los haya, ha comprado una nueva casa de estilo español por la módica cantidad de 7,1 millones de dólares, unos 5,84 de euros.
Se trata de una generosa mansión de estilo colonial español, de estas que han sobrevivido al paso de los años, adaptándose y adecuándose a cada nuevo inquilino con regia alegría.
La vivienda se ubica en el barrio Los Feliz, en Los Ángeles (cómo no, cerca del trabajo), y pertenecía al actor de “Modern Family”, Jesse Tyler Ferguson y a su esposo, Justin Mikita. Según la prensa norteamericana, la residencia la adquirió DiCaprio para su progenitora, Irmelin Indenbirken, así que, además de tener buen gusto, es un hijo modélico (si tienes un hijo, ya sabes, ponle de ejemplo).
Ferguson, el vendedor, compró el edificio hace ocho años, y desembolsó por ella 4,5 millones de euros (3,7 de euros). Algo que convierte a esta transacción inmobiliaria en todo un éxito. La propiedad posee 2.000 metros cuadrados de parcela en ladera y el inmueble fue construido en 1.928, con 464 metros cuadrados de superficie distribuidos en dos plantas, con cuatro dormitorios y cinco baños.
Como en las viviendas de cierto estilo, la fachada no da a la calle, se ubica al final de un sendero de árboles de porte frondoso, en pendiente, permitiendo aprovechar al máximo las vistas. El edificio posee un garaje para tres vehículos, a un nivel inferior que la vivienda, y con acceso interior a ella (por supuesto).
La casa de estilo español de Leonardo DiCaprio es sencillamente espectacular. Un lujo para los sentidos, acogedora y práctica, pero guardando esa maravillosa estética colonial que caracterizó una época. Tiene cubiertas de tejas tradicionales a varias aguas, una configuración que deja terrazas en varios puntos, en los que colocar mobiliario para disfrutar del agradable clima californiano, pavimentos de cerámica tradicionales e icónicos azulejos de colores.
Detrás de la robusta puerta principal, nos da la bienvenida una maravillosa escalera en semicírculo, con peldaños de cerámica originales y barandilla de hierro forjado con motivos florales. Un espacio de entrada es singular y espectacular al mismo tiempo con paredes de piedra, cubiertas de madera, pisos de baldosas octogonales… y dos butacas, suponemos que para disfrutar de tanta belleza.
En el interior, la casa se distribuye mediante arcos. Así, detrás de uno se sitúa la cocina, equipada con muebles y electrodomésticos personalizados, con ventanas a dos fachadas, una elegante mesa de madera para desayunar y con pavimento de madera. Detrás de otro arco, una sala de estar de doble altura, que incluye un balcón interior y unos sofás de lo más cómodos para tomar té con las visitas.
Otra sala de estar posee un aire más informal; con sofás frente a una chimenea, salida directa a un chill out y, por supuesto, sala multimedia. Un espacio para disfrutar del buen (y mal) cine con un buen equipo de sonido y cortinas opacas automáticas; que se despliegan según las necesidades de los espectadores. La sala también tiene salida al exterior y se comunica con un gimnasio.
Por supuesto, los baños también tienen arcos. En las puertas de entrada o en las enormes bañeras, con el ambiente rústico que merecen al estar inmersos en el estilo colonial; con muebles de madera y cerámicas blancas de pequeñas dimensiones (muy subway). Y, como comer es muy importante, nada como un espectacular comedor para la tarea: con techo de madera ornamentado y cortinas color azul, a juego con las paredes.
La primera celebrity en ocupar la vivienda fue Gwen Stefani, cantante y líder del grupo No Doubt. Fue ella quien empezó a realizar mejoras importantes en la vivienda como la construcción de la piscina de la parte trasera. Ésta se esconde entre la vivienda y una pared totalmente azulejada, de tonos grisáceos y bordes color tierra. Y encima de la piscina, como si cualquier cosa, un spa que, a buen seguro, ha sido el eje de grandes momentos.
La configuración del hogar permite multitud de balcones, ventanas y puertas, además de distintas terrazas para el disfrute de cada espacio. Además, en distintas alturas, pudiendo disfrutar de las vistas de la ciudad, del mar o del cercano Parque Griffith. Un salón con piano de cola, una sala de yoga, un baño independiente cerca de la piscina, cascadas, chimeneas al aire libre… No, definitivamente, no se puede decir que DiCaprio no sepa comprar una mansión.
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