Un castillo es, por definición, un lugar fortificado para proteger una región o población, ubicado en un lugar estratégico con alta visibilidad y compuesto por diferentes estancias, entre ellas, la residencia del monarca o los señores feudales. En Portugal existen claros ejemplos de grandes castillos: el Castillo de Monção de 1306, el Castillo de Guimarães del siglo XI, el Castillo de Penedono del siglo X, pero reconstruido en el siglo XVI, el Castillo de Alcácer do Sal del siglo VI a.c. (construcción árabe) y el Castilho 203, construido en la década de los 70 del pasado siglo y reformado en 2017.
Pero… ¿castillo en portugués no se dice castelo en vez de castilho? Castilho es un término que surge del apellido castillo, más concretamente de una familia de Asturias que se trasladó a la región vecina y lo modificó. En fin, el caso es que viene al pelo para mostraros una de las reformas más intrépidas que se han ejecutado en Portugal, es tan atrevida que ha conseguido colocar una de sus viviendas como la más cotizada del país y, por supuesto, su comprador no podía ser otro que el deportista luso más aclamado: Cristiano Ronaldo.
El jugador que dio muchas tardes de gloria a los aficionados del Real Madrid tuvo que competir por la propiedad con otros dos millonarios, una pugna que se mantuvo en secreto hasta hace poco. Esta operación inmobiliaria, la mayor de la historia del país, alcanzó la majestuosa cifra de 7,2 millones de euros. La vivienda se ubica en una de las calles más caras del país, Rua Castilho (número 203) en Lisboa, al lado del Parque Eduardo VII, la Plaza de Marqués de Pombal y la Avenida da Liberdade; a 210 metros del Hotel Intercontinental y 350 del Ritz (por hacernos una idea de su magnífica ubicación).
El edificio fue diseñado por el arquitecto Tomás Taveira y se construyó en la década de los 70 del pasado siglo XX. Esta torre de oficinas llegó a albergar los servicios centrales del Ministerio de Agricultura, hasta que se fijó en ella Claude Berda, un magnate parisino que se ha declarado admirador de Portugal y que ha invertido 300 millones de euros en varias operaciones inmobiliarias. El francés contrató a un estudio de arquitectura llamado ARX y compró el edificio por 12,5 millones de euros, invirtiendo unos cuantos más en una gran rehabilitación, hasta llegar a los 30 millones totales de coste.
El edificio se divide en 14 plantas sobre rasante y cuatro bajo ella, abarcando un total de 8.550 metros cuadrados construidos. Se distribuye en dos bloques a distintas alturas, uno de 14 y otro de 8. Dentro, 20 viviendas esperan propietario (bueno, ahora 19, claro). De ellas, siete se hayan en la parte posterior y tienen 140 metros cuadrados de superficie, repartidos en dos dormitorios con baño individual, sala de estar, comedor, cocina y aseo. En las plantas de sótano se halla el parking para 21 vehículos.
Las siete viviendas poseen siete hermanas mayores que dan a dos fachadas. Poseen 287 metros cuadrados y se distribuyen en tres dormitorios con baño individual (el principal con acceso a la terraza), lavandería, aseo, cocina, lobby, salón-comedor con chimenea incluida y terraza de casi 21 metros cuadrados. Otros cinco apartamentos poseen la misma distribución, ocupando cada uno una planta de la parte más alta del complejo. Estas cinco viviendas se han ganado el apodo de Skyflats, gracias a sus increíbles vistas del parque. El resto de apartamentos reciben el nombre de Cityflats.
Pero la joya de la corona o la estancia principal del castillo (según se mire) se la quedó Cristiano Ronaldo. Se trata de un Skyflat de 287 metros cuadrados con la misma distribución de sus cincos hermanos, pero con un detalle en la cúspide del edificio: una terraza panorámica con chimenea, barbacoa, un pequeño jardín (todo en 260 metros cuadrados) y, por supuesto, una ostentosa piscina de borde infinito, para disfrutar de las mejores horas del día.
Obviamente, Castilho 203, una creación de la empresa Vanguard Properties, no iba a dejar que sus otros usuarios se quedaran sin piscina, así que el complejo posee otras dos: una cubierta en planta baja y otra al aire libre en la planta octava, aprovechando la cubierta de la parte más baja del edificio. A estas zonas de ocio hay que añadir un spa y un gimnasio en el primer piso, sala de cine, una recepción de grandes dimensiones, y los servicios de conserjería 24 horas. Todos los detalles del inmueble recuerdan a sus usuarios que están entre el lujo más vanguardista: balcones sobre el parque, vistas de 360 grados, domótica de última generación… para quejarse, ¡vamos!
Algunas empresas que participaron en su construcción fueron Mota-engil, Afaplan y Ecosteel. Estos estudios colaboraron estrechamente con el arquitecto principal José Mateus, demoliendo todos los paramentos antiguos del complejo, y complementándolos con nuevas partes estructurales para el soporte de las piscinas, los nuevos ascensores y las nuevas zonas de tránsito. La reforma de un inmueble, cuando se cambia el uso, debe tener en cuenta múltiples variables, lo cual hace que la tarea se vuelva más complicada que la confección de un inmueble de nueva planta.
Con todo, una de las principales y más acertadas actuaciones fue el retranqueo de la fachada principal. Esta reforma dejó un pasillo en forma de terraza y colocó carpintería de piso a techo en los paramentos interiores, para aprovechar al máximo la luz natural. La carpintería posee todos sus detalles en tonos bronce y las barandillas exteriores son todas de cristal. No obstante, la elegancia máxima la aporta el material más noble del mundo: el mármol. Toda la fachada está cubierta por losas de mármol de entre tres y cinco centímetros de grosor, sujetas a la estructura por perfiles metálicos, y envolviendo los pilares exteriores con hendiduras verticales en muchas de sus caras.
El edificio es una monada. Castilho 203 es capaz de colorear las vistas desde el parque, el río Tajo, o cualquier otro lugar natural o semi-natural, no siempre debemos buscar la naturaleza para vislumbrar belleza, a veces esta toma la forma de edificios. Por si te lo preguntas, el precio del resto de los inmuebles está entre los 1,26 y los 4,9 millones de euros, lo cual lo sitúa muy cerca de tus posibilidades. Si no fuera el caso, siempre puedes visitar Lisboa y ver este fantástico edificio de cerca. Descubrir sus detalles y ubicación bien merecen la pena y, quizás, te den una buena idea.
La expectación por escuchar el discurso de Navidad de Carlos III se ha disparado en… Leer más
Comerse las 12 uvas en Nochevieja es una tradición típica de España. En otros países… Leer más
No tuve dudas. Cuando mi dermatólogo me propuso probar un determinado producto (de Roda Cosmetics)… Leer más
Las fiestas y cenas que se celebran en estas fechas siempre invitan a descorchar la… Leer más
El Panettone se ha hecho un merecido hueco entre los dulces navideños más populares de… Leer más
Mira que estamos avisados y que tenemos todo un año para prepararnos. Sin embargo, cada vez… Leer más