Con un ritmo que te invita a bailar y letras que te llegan al alma, Kany García lanza su nuevo disco, El amor que merecemos. La cantautora puertorriqueña presenta en España su nuevo trabajo, que ha definido como «un disco alegre y post pandémico», en el que ha tenido la oportunidad de cantar junto a grandes artistas nacionales como Rozalén y Alejandro Sanz.
The Luxonomist ha tenido la oportunidad de compartir unos minutos con ella, hablar de su nuevo trabajo, su próxima gira por España, y de su estrecha amistad con Joaquín Sabina.
The Luxonomist: El 27 de mayo presenta su nuevo álbum El amor que merecemos. Ya hemos podido escuchar dos canciones con mucho ritmo ‘Agüita de Coco’ y ‘Justito a tiempo’. ¿Qué más nos vamos a encontrar en este disco?
Kany García: Siento que las canciones que han salido ya son muy representativas de la atmósfera del álbum. Habrá varios duetos muy diversos. El primero es el que ha salido con Rozalén, también hay otro con Alejandro Sanz, una canción más lenta, que se supone que es de amor pero que tiene un punto de nostalgia; y luego duetos totalmente distintos como el de Jay Wheeler.
TL: Presentas un álbum con canciones más movidas que invitan a bailar y que no tiene nada que ver con tu anterior trabajo, Mesa para dos, que era más melancólico…
KG: Es un disco post pandemico, que te invita a quitarte la mascarilla y a vivir. Hemos vivido dos años de introspección. La gente tuvo parar y se encontró con su relación de frente y quizás se dio cuenta de cosas en las que, por la velocidad de la vida, no habían reparado antes. Pero ahora después de ese proceso se preguntan cómo son las relaciones que quieren, cuál es la relación con ellos mismos que quiren fomentar. Creo que por ahí iban esas ganas de bailar, pero siempre desde el punto de vista de que la vida es muy corta; muy breve para pasarla donde no quiero estar. Creo que todo tiene que ver con ese sentido post pandémico que acompaña al álbum.
TL: Además del ritmo, como cantautora, en tus canciones las letras tienen un papel muy importante. ¿En qué te inspiras para componer?
KG: Me inspiro en conversaciones con la gente, en la cotidianeidad de la vida. A mí lo que más me nutre es hablar con la gente y creo que ha sido una pieza clave en mi carrera. Primero por utilizar un lenguaje cotidiano y no ser uno de esos artistas con los que necesitas un diccionario al lado para poder buscar la palabra que dice. Creo que lo complejo es encontrar profundidad en un vocabulario sencillo.
Y segundo porque ha permitido que mucha gente se identifique con las canciones. Al final creemos que vivimos historias muy diversas los unos de los otros, pero no es así. Todo el mundo busca más o menos las mismas cosas, y el hacer que la canción se nutra de una historia cotidiana probablemente hace que la gente se sienta identificada cuando la escucha.
TL: En este disco cuentas con la colaboración de Rozalén en la canción Justito a tiempo. ¿Cómo ha sido trabajar con ella?
KG: Maravilloso, ella es maravillosa. Escuché una frase que me dijeron de ella y es muy bonito que la pueda repetir después de haberla conocido: ‘Si hubiese cinco o seis personas más como Rozalén, el mundo sería otro’. Esa frase define perfectamente quién es Rozalén. Es una mujer con una sensibilidad y compromiso social maravillosos, acompañados de una voz quebrada en su garganta, pero que va más allá. Eso facilita mucho las cosas a la hora de sentarte a hablar de una canción.
En este caso quería hablar de la violencia de la mujer desde otro ángulo. De esa violencia compleja que es la psicológica, la emocional, la que no es tan fácil de percibir, la que te hace daño por dentro, y con ella fue muy fácil presentárselo y trabajar. Con Rozalén es fácil todo y creo que para mí siempre será un privilegio caminar con ella.
TL: En el disco también vemos a Alejandro Sanz, en la canción Muero. Supongo que habrá sido un placer trabajar con él.
KG: Sí, totalmente. Es muy bello cuando conoces a alguien a quien has admirado toda la vida, pero que debajo del escenario es todavía es más gigante. Con él ha sido siempre así. Es un tremendo anfitrión. Cuando hicimos el videoclip de la canción, se suponía que yo era la anfitriona, pero acabamos de trabajar e invitó a cenar a todo el equipo, yo me reía porque se supone que el álbum es mío y que yo soy la que se tiene que ocupar de él, pero a él le encanta ser así. Pienso que seré una eterna aprendiz cuando esté al lado de Alejandro. Me encanta el sentido del humor que tiene ante canciones que para mí eran más serias y estuve muriéndome de la risa todo el día, cuando eso pasa es maravilloso.
TL: ¿La canción la has escrito junto a Alejandro Sanz?
KG: Se supone que la he escrito yo, y digo se supone porque tuve que ponerle también como autor porque acabó cambiando toda la canción. Alejandro canta lo que yo escribí, pero es impresionante cómo en su voz se convierte en algo mágico. ‘Muero’ era una canción que estaba ahí, de la que nadie se percataba. Como cuando estás en una sala perfectamente decorada pero hay una mesita en la esquina que si no te lo dicen, no la ves. Y cuando lo haces ves que es preciosa y no te habías dado cuenta. Así era esa canción en el álbum y Alejandro la colocó en el centro y la hizo especial, por eso me da pena decir que la escribí sola porque él la convirtió en otra cosa.
TL: En nuestro país tienes grandes amigos como Joaquín Sabina que, además, fue el autor de la pintura de la portada de tu disco Contra el viento.
KG: La posibilidad de conocerlo fue un sueño. Fue en un concierto que dio en Miami, hicieron una fiesta después y tuve la dicha de que me invitaran. Fue una fiesta de esas en las que nadie tiene sueño y nadie se quiere ir. Estaban Leiva, Dani Martín, se pasaban la guitarra, cantaban, y en una de esas me tocó a mi. Así le conocí, cantándole, e hicimos una amistad hermosa. Me invitó a su casa, me dijo unas cosas maravillosas sobre mi música y me siguió pidiendo canciones esa noche. Cuando fui a su casa conocí a su esposa, a su familia, despedimos el año juntos, hicimos una amistad muy linda.
Lo del disco vino cuando vi que en su casa tenía muchos cuadros que había pintado él. Yo sabía que pintaba, pero no en esa magnitud. Así que esperé que se hicieran la una… las dos… y la tres, como en su canción, y le propuse que pintara el arte del álbum. Me dijo que sí y además me envió a mi casa todas las originales. Cada vez que vengo siempre le veo, porque es una persona con la que uno siempre tiene ganas de compartir un rato.
TL: En octubre vendrás de gira por por nuestro país. ¿Cómo te ha recibido el público español?
KG: Me sorprende lo amoroso que es el público español. Yo vengo del Caribe, y el público caribeño y latinoamericano es un nivel de griterío…. Uno al dejarse llevar por la cultura española pensaría que es un público muy diferente, pero somos muy iguales, y eso es algo que me encanta. No he tenido la posibilidad de girar por España y ahora que vamos a venir en octubre para mí es hermoso.
Por un lado es un lugar en el que al fin empiezo a ver que las cosas se empiezan a colocar y que se abren un montón de puertas. Pero al mismo tiempo tengo 15 años de carrera y me fascina venir con canciones que me han acompañado durante años y que sé como mostrarles a la gente y como llegarles. Eso te cambia mucho con otros países en los que he tenido la oportunidad de ir desde el disco uno.
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