Demostrando que es mucho más que la hija de Blanca Romero y Cayetano Rivera y una cara bonita que triunfa en el mundo de la moda, Lucía Rivera acaba de estrenarse como colaboradora del periódico ‘La Vanguardia’. Lo ha hecho con un artículo que está dando mucho que hablar y en el que aborda la importancia de la salud mental.
Valiente y sincera, la modelo desvela los problemas de ansiedad que sufre desde pequeña y con los que convivió, sin ni siquiera darse cuenta, durante años, hasta que la vorágine de trabajo en la que estaba inmersa provocó que su cabeza le dijese «¡basta!».
«El cerebro es lo más importante en nuestro cuerpo, incluso hay estudios que certifican que, si nuestro cerebro está mal, no solo sufrimos nosotros, sufre nuestro cuerpo y también nuestro sistema inmunitario». Así lo explica Lucía en su debut como columnista, normalizando lo necesaria que es la ayuda profesional de psicólogos y psiquiatras para luchar contra la ansiedad y la depresión. Una confesión tan valiente como aplaudida en la que una fuerte Lucía Rivera revela que por fin está superando sus problemas de salud mental.
De hecho, hablando de tú a tú con ella sobre esta nueva colaboración explica que no va cambiar su pasión por la moda pero que le sirve «para ayudar y transmitir lo que me importa; y no se me vea solo como una cara bonita». Un trabajo con el que pretende llegar a la gente joven y en el que siente muy respaldada por su familia, desde su abuela a sus padres.
Y es que según comenta los casos de salud mental según la OMS están aumentando muchísimo. «El Covid está pasando factura y ahora son muchos jóvenes los que están teniendo problemas de salud mental. El suicidio es algo real y muy preocupante», dice Lucía Rivera. Es un problema en el que hay que poner el foco e identificar qué está pasando y por qué la gente sufre; porque incluso viviéndolo en primera persona no es nada fácil de identificar. Así lo explica ella misma: «Yo no me enteré de que tenía una depresión a causa de la ansiedad pero lo estoy superando. Ahora estoy bien, haciendo planes y alejada de las redes sociales. Me di cuenta de que no me estaba haciendo bien y tenía que parar».
Así, comenta que fue ella misma quien llegó a la conclusión después de años de terapia. «Siempre he ido a terapia, desde pequeña. He ido a temporadas más o menos pero nunca he dejado de ir. Me parece importante que se invierta y se pongan facilidades para que todos podamos ir«. Un mensaje sin duda esclarecedor con el que deja claro que en un momento de incertidumbre y caída hay que tener «mucha fuerza, mucha terapia y buscar ayuda».
«Yo llegué a aislarme de mis amigos y de mi gente, porque no sabía lo que me estaba pasando. Tenía la sensación, siempre lo digo, de estar sentada con todos y estar fuera, en otra perspectiva. Es raro, muy raro. Es difícil de explicar pero los terapeutas saben de esto, saben de salud mental«, concluye Lucía Rivera.
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